Hace sólo unos meses que Samsung lanzó al mercado la serie Galaxy S25 y nos dejó boquiabiertos con un modelo que nunca habíamos visto, hasta ese momento: el Samsung Galaxy S25 Edge. Nadie lo esperaba y, ahora, después de meses de rumores sobre él, es oficial.
Samsung acaba de lanzar su Galaxy más fino hasta la fecha y estos son los motivos por los que lo prefiero frente al resto de la familia S25, teniendo en cuenta las especificaciones, mi experiencia con el Galaxy S25 Ultra y lo que verdaderamente necesito en el día a día.
S25 Edge, casi un Ultra, pero más delgado
Diseño: comodidad ante todo

Si por algo me decantaría por un S25 Edge es por comodidad. En mano, el tamaño y el peso se notan. Acostumbrada al S25 Ultra, que tiene unas dimensiones considerables, la comparación es notable. La ligereza del Edge es caballo ganador en cuando a comodidad de uso.
El Galaxy S25 Edge pesa sólo 163 gramos, frente a los 218 gramos del Galaxy S25 Ultra. Esos 55 gramos de diferencia hacen que la ligereza sea uno de sus puntos fuertes.
Y si bien excepto por el grosor, las dimensiones son bastante parecidas, (el S25 Edge tiene unas medidas de 75.6 X 158.2 X 5.8mm mientras que las del S25 Ultra son 77.6 X 162.8 X 8.2mm), el uso del modelo ultradelgado debe ser más cómodo con una sola mano gracias a esos milímetros de menos, aunque siga siendo difícil llegar a las esquinas de la pantalla.
Batería: suficiente para todo el día, suficiente para mí
Está claro que la batería no es el punto fuerte del Edge, al menos en números. Pero comparando, vemos que es muy similar a la del Galaxy S25 (4.000 mAh frente a los 3.900 mAh del Edge) y Samsung promete un día de uso para si móvil ultradelgado: es algo que habrá que probar primero.
Para usuarios como yo, que suelo cargar el móvil, generalmente, una vez al día esto puede ser más que suficiente. No creo que una batería como la del S25 Edge se me quede corta haciendo el mismo uso que hago de mi actual smartphone.

Pantalla: a la altura de la gama alta
Si algo está en constante uso en un smartphone es la pantalla. Es uno de los elementos principales del dispositivo. Es lo primero que nos entra por el ojo y es con lo que estamos en constante interacción. Por ello es uno de los aspectos a los que mayor importancia le doy.
Y en este sentido, no hay pega posible que ponerle al Galaxy S25 Edge. No sólo ofrece un panel con las mismas prestaciones que el resto de la gama S25, sino que además innova en resistencia y delgadez con la protección del nuevo Gorilla Glass Ceramic 2
En lo demás, con la misma diagonal diagonal de 6,7 pulgadas que en el Galaxy S25+ tenemos todas las prestaciones que podemos esperar de un S25: resolución QHD+ (3.120 x 1.440 píxeles), panel Dynamic AMOLED 2x y una tasa de refresco de 120 Hz.
Cámara, menos sensores pero más que una buena combinación

Uno de los aspectos que más influye en el precio de los teléfonos es la cámara. Es también uno de los que más valoramos antes de hacer una nueva compra. En el Galaxy S25 Edge encontramos menos lentes que en el Ultra, (sólo dos frente a las cuatro de aquel), pero para las dos que sí encontramos, tenemos los mismos sensores que en el Ultra, resultando en una combinación realmente potente para la que, eso sí, se han tenido que rediseñar las propias lentes para que sean más delgadas y sobresalgan menos del cuerpo del terminal.
En el caso del Galaxy S25 Ultra tenemos una cámara principal con sensor de 200 MP, un ultra gran angular con sensor de 50 MP y, además, un teleobjetivo x5 con sensor de 50 MP y otro teleobjetivo x3 con sensor de 10 MP. El Galaxy S25 Edge en cambio, se conforma con el sensor principal de 200 MP, y un segundo sensor de 12 MP para el ultra gran angular de 12 MP así como con la cámara frontal, cuyo sensor es de 12 MP. Todos comunes a los del Ultra.
Además, también comparten aperturas: ƒ/1.7 para el sensor principal y ƒ/2.2 para las otras dos lentes. Esto permite al Edge tomar fotos muy buenas en condiciones de escasa iluminación.
Añadir los teleobjetivos del Ultra en el Edge era una cuestión difícil por pura física: las lentes de estos no pueden ser tan delgadas. Así que, para suplirlos, Samsung ha aprovechado la enorme resolución del sensor principal para hacer recorte cuando necesitemos una toma de aproximación.
Como ves, todo esto es más que suficiente para rendir igual de bien que el S25 Ultra. Y más si no somos usuarios demasiado exigentes con el apartado fotográfico.
Además, si a ello le sumamos las prestaciones y modos que se apoyan en Galaxy AI, como Nightography o el Borrador de Audio, para mejorar los resultados y la edición de las fotografías y vídeos, veremos que lo difícil con el Edge será sacar malas fotos.
Por ello, para mí que soy una usuaria bastante casual de las cámaras de mi móvil, la cámara del Galaxy S25 Edge puede estar completamente a la altura. Lo cual no impide que este smartphone también sea más que suficiente para la mayoría de usuarios más exigentes.
El mismo procesador que el Galaxy S25 Ultra

Después de varios meses de rumores alrededor del Galaxy S25 Edge podíamos esperar que el procesador fuera una versión algo más limitada que el que ha traído finalmente. Pero no ha sido así.
Monta el mismo Snapdragon 8 Elite for Galaxy que el resto de la familia S25. Este chip se diseñó especialmente para la gama S25, pensando en potenciar al máximo las funciones de inteligencia artificial que se integran gracias a Galaxy AI.
Ahora sabemos que el Snapdragon 8 Elite del Edge no tiene ningún tipo de recorte de prestaciones, lo que significa que nos va a permitir disponer también todas las novedades que ha traído One UI 7 a los Galaxy, como Now Bar y Now Brief, (mis funciones favoritas).
Tampoco voy a echar en falta el rendimiento de la RAM de los Galaxy S25, porque también comparten la misma configuración con 12GB de memoria.
Así que el rendimiento en el S25 Edge está prácticamente garantizado y a la altura del que ofrece el S25 Ultra.
Y además es más barato...
Si nos fijamos en el precio, aunque no será más barato que el modelo base de la familia S25, sí que será más barato que el Galaxy S25 Ultra así que considero que es una opción muy equilibrada tanto por las prestaciones que ofrece como por el precio, que será más ajustado.
El Galaxy S25 Edge ya está disponible en precompra con un precio de 1.259 euros en la página web de Samsung aunque los envíos darán comienzo el próximo 30 de mayo.
Samsung Galaxy S25 Edge
... así que mi próximo Galaxy será el Edge
Puesto que lo que más valoro es la comodidad y el diseño, pero no tengo que renunciar a un buen rendimiento diario, una cámara de calidad ni a las características más premium del momento, me quedan pocas dudas: el Galaxy S25 Edge puede ser una gran elección. La clave para tomar una decisión así es conocer tus necesidades y saber en qué fijarse para encontrar el modelo que mejor se adapta a ti.
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