Salir de casa con la camisa marcada por arrugas nunca ha sido plato de gusto. El problema es que muchas veces la ropa se queda en el tambor más tiempo del que debería y, cuando vamos a recogerla, ya está hecha un acordeón.
Para evitarlo, los fabricantes de electrodomésticos han empezado a introducir sistemas que prolongan el movimiento del tambor una vez terminado el ciclo. Entre ellos destaca Wrinkle Care+ de Samsung, una opción que promete olvidarse de la plancha en más de una ocasión, aunque hasta ahora utilizaremos los trucos de nuestras abuelas para conseguirlo.
Qué es exactamente Wrinkle Care+
Wrinkle Care+ es una función pensada para después del secado. El electrodoméstico no se limita a detenerse al terminar el ciclo, sino que mantiene un suave vaivén del tambor hasta tres horas adicionales (es parecido al sistema Wrinkle Prevent, pero exactamente igual). Estos movimientos regulares ayudan a que las prendas no permanezcan comprimidas en la misma posición, lo que reduce notablemente la aparición de arrugas profundas.
La clave está en que no se trata de un nuevo ciclo de calor ni de un consumo añadido de energía. Es, más bien, un modo de “cuidado pasivo” que aprovecha el propio diseño del tambor para espaciar la ropa y mantenerla con un aspecto más uniforme.
Cómo funciona en el día a día
La idea detrás de Wrinkle Care+ es muy sencilla: la secadora sabe que no siempre estás disponible para vaciarlo en cuanto acaba. Si terminas de lavar por la noche o sales corriendo al trabajo, ese par de horas extra marcan la diferencia. Al volver, la ropa sigue suelta, con pliegues mínimos y lista para doblar o colgar.
En la práctica, no elimina por completo la necesidad de planchar camisas muy delicadas, pero sí hace que el planchado sea más rápido y, en muchos casos, innecesario en prendas de algodón, toallas o ropa de diario.

Ventajas frente a un secado tradicional
• Menos arrugas visibles: al mantener las prendas en movimiento, se evita que queden apelmazadas.
• Ahorro de tiempo: menos sesiones de plancha significa más tiempo libre.
• Mayor comodidad: puedes dejar la colada hecha aunque no estés en casa en ese momento.
• Cuidado de tejidos: al no aplicar calor extra, el riesgo de dañar las fibras es mínimo.
En resumen, no cambia la forma de secar, pero sí lo que ocurre justo después, que es cuando más suelen marcarse los pliegues.
Lo que debes tener en cuenta
Aunque Wrinkle Care+ es útil, no es infalible. Hay telas que, por su propia naturaleza, se arrugan con sólo mirarlas. En esos casos, la función reduce la intensidad de las arrugas, pero no las borra por completo. También conviene no sobrecargar el tambor: cuanto más espacio tenga la ropa para moverse, mejor resultado se consigue.
Otra recomendación es sacar las prendas y doblarlas o colgarlas lo antes posible. Wrinkle Care+ gana tiempo y comodidad, pero no sustituye al hábito de cuidar la ropa en cuanto termina el ciclo.
Un pequeño extra que marca diferencia
Las innovaciones más interesantes en electrodomésticos no siempre son espectaculares ni requieren grandes inversiones. Muchas veces se trata de detalles pensados para el día a día.
Wrinkle Care+ es un buen ejemplo: no añade funciones complejas ni exige aprender nada nuevo, simplemente prolonga el movimiento del tambor para que la ropa te espere en mejores condiciones. Combinado con el sistema Wrinkle Prevent se pueden conseguir maravillas.
Para quien valora tener la colada lista sin dedicar horas a la plancha, esta opción puede ser más útil de lo que parece a simple vista. Y aunque no soluciona todos los problemas de arrugas, sí evita que una camisa recién secada tenga el aspecto de haber pasado la noche en el fondo de una mochila.
Imágenes | Dall-E
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