Si existe la perfección, uno de los smartphones que más cerca de ella está, (al menos para mí), es el Galaxy S25 Ultra. Lo tiene todo: un diseño que enamora, una pantalla que entra por el ojo, potencia para todo y hasta el práctico S Pen del que nadie más puede presumir. Aún así, hay algún aspecto que creo que se puede mejorar. Estas son las tres cosas que le pido a Samsung para que el S26 Ultra sea el teléfono perfecto.
Un poco menos de peso

En el diseño, yo al menos le pongo pocas pegas al S25 Ultra. Me gusta más que el S24 Ultra, ligeramente menos cuadrado, aunque yo preferiría unas aristas aún algo más redondeadas. Se me sigue haciendo algo incómodo en mano.
Y no, no necesito un smartphone más delgado. Ahora mismo, tengo ante mí un S25 Ultra y un Z Fold7 y creédme, el plegable es una auténtica pasada, pero lo seguiría siendo si fuera un poco más grueso. En mi opinión, esta de la delgadez es una moda pasajera que ya vivimos en el pasado y que pronto volverá a caer en el olvido.
Lo que realmente le pido a Samsung son unos gramos menos. Quizás sea pedir algo imposible en un smartphone de estas características, pero, los 218 gramos del Ultra contra los 163 gramos del S 25 Edge son una gran diferencia. Sé que para conseguirlos hay que sacrificar batería sobre todo, pero un punto intermedio, sobre todo ahora que Samsung está consiguiendo un mejor rendimiento de sus pilas, sería lo ideal.
Con esto, incluso con las afiladas aristas del S25 Ultra, el smartphone sería mucho más cómodo en mano.
Una batería con más capacidad

Chocando con lo anterior, también pediría algo más de capacidad para la batería. Es cierto que ahora mismo, Samsung tiene baterías muy eficientes y que, sobre todo, se degradan más lentamente, dando como resultado tener los teléfonos líderes en este aspecto.
Pero igualmente cierto es que estamos viendo a la competencia colocar baterías de hasta 6.000 mAh en sus smartphones, y no puede más que sentir envidia. ¿Te imaginas esa eficiencia que mencionaba antes con una batería de esta capacidad? Podría dar como resultado el móvil definitivo, con batería para dos o tres días y una vida útil para más años.
Hay rumores que dicen que Samsung podría dar el salto a los 5.500 mAh, pero manteniendo la misma tecnología actual. Yo no tengo problema con ello; si algo funciona, mejor no tocarlo, pero tampoco lo tendría si el Galaxy S26 Ultra viniera con una batería de 6.000 mAh de silicio-carbono.
Y ya puestos, que la batería se cargue más rápido

Por último, creo que otro punto a favor del Galaxy S26 Ultra sería que tuviera una carga más rápida. He de reconocer que no soy de los que cargan el móvil rápido habitualmente, soy más de los que aprovechan los cargadores lentos antiguos, pero a veces las urgencias se presentan.
Más de una vez he necesitado salir de casa rápido y me he encontrado con que el móvil estaba casi sin batería. No digo que el Ultra sea demasiado lento, pero una vez más, miro con envidia a la competencia. El S25 Ultra necesita algo más de una hora para tener la batería completa usando su carga rápida de 45 W, pero ver que modelos de otras marcas ofrecen carga rápida a 80W con la que consiguen estar a tope en 15 ó 20 minutos menos me hace querer lo que no tengo.
Como ves son detalles leves. No son grandes cambios los que me gustaría ver en el próximo buque insignia de la marca, y esto, sin duda es buena señal, sobre todo para el S25 Ultra: ya está en el buen camino, rozando la perfección.
Imagen | azazelok en Pixabay con edición, Manu García
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