Juan Lorente
EditorSi echamos un vistazo a la línea completa de frigoríficos americanos de Samsung, podemos ver diferencias importantes entre los diferentes modelos. Ahora bien, hay algo que es común en casi todos: el dispensador de agua. Es una de esas cosas que parece estar ahí como un simple complemento más, pero en realidad se trata de una herramienta mucho más útil de lo que pueda parecer en primera instancia. Eso sí: hay que saber cuidarlo y mantenerlo como se merece.
No solo hay que cambiar el filtro del agua cuando toca
Como decimos, el dispensador de agua es más que un simple adorno. Permite tener acceso a agua fresca todo el tiempo, sin necesidad de tener una botella en el frigorífico ocupando sitio ni de estar pendiente de estar rellenándola. Además, los dispensadores de Samsung también permiten obtener hielo, no importa si lo queremos entero o picado.
Al hecho de obtener agua fresca de inmediato, hay que sumarle uno de los puntos más importantes de los dispensadores de agua. Estos cuentan con un sistema de filtrado que nos permite no solo tener el agua fresca o el hielo de inmediato, sino que además lo tendremos sin ningún tipo de impureza que empeore su calidad o su sabor. Es una alternativa mucho más cómoda que montar uno de estos filtros debajo del fregadero, que ocupa también ocupa espacio, pero puede ser caro y también necesita mantenimiento.
Entonces, ¿cómo debemos actuar para mantener en buen estado este dispensador? Lo primero y más importante es el filtro. Como podemos leer en la página de Samsung, sus frigoríficos nos avisarán con un icono en color rojo cuando tengamos que cambiar los filtros. Encontrar y sustituir el mismo no es nada complicado y podemos comprar el recambio en la tienda oficial de la marca.
Además, el paso del agua y del tiempo pueden hacer que el dispensador se ensucie con residuos, por lo que es importante que mantengamos una buena limpieza del mismo. Eso implica la zona de dentro (que podemos limpiar con agua tibia y jabón) como la parte exterior, que deberíamos limpiar al menos una vez al mes.
La última cosa que debemos de tener en cuenta es que estos dispensadores necesitan de una entrada de agua. Esta, con el paso del tiempo, puede soltarse un poco y hacer que la presión del agua disminuya en exceso. Por eso mismo, cada cierto tiempo, deberíamos comprobar su estado y en caso de necesitarlo, llamar a un profesional para que la revise si notamos que no funciona o lo hace mal.
Si seguimos todo esto periódicamente, vamos a tener con nosotros una herramienta muy útil y cómoda. Tener una fuente de agua fresca o hielo a mano sin necesidad de preocupaciones es comodísimo, tanto que es difícil perder el dispensador una vez que nos acostumbramos al mismo. Pero como todo, si no te quieres deshacer de él, vas a necesitar cuidarlo como se merece.
Imagen | Samsung
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