Manuel Naranjo
EditorHay días en los que enciendes la consola y el televisor te responde con un “no hay señal” que te corta el plan. No suele ser una avería: es una suma de decisiones pequeñas que hacen que el enlace HDMI no termine de cuajar. En los Samsung, además, hay ajustes propios de Tizen que marcan la diferencia si sabes dónde tocarlos.
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Dónde se rompe normalmente
Los fallos llegan por tres vías. La primera es el cable: muchos “High Speed” rinden bien en 1080p, pero se atragantan con 4K HDR o con tasas altas. La segunda es el puerto: conectas en un HDMI y seleccionas otro, o usas el que lleva eARC y el audio te cambia la jugada. La tercera es la negociación entre la fuente y el televisor; si la consola insiste en 4K/120 con HDR y el cable no acompaña, la tele decide protegerse y no muestra nada. Identificar cuál de las tres te está frenando es media solución.
Empieza por lo físico: cable y puerto
El primer paso es bajar al barro. Cambia el cable por uno que sepas que funciona en 4K en otra instalación y, si puedes, que sea Ultra High Speed certificado. Repite la prueba en otro puerto del televisor; a menudo uno de ellos está etiquetado con eARC y conviene dejarlo para barras de sonido. Sólo con ese intercambio ya puedes descartar dos problemas de un golpe y ahorrarte media hora de menús.
Tizen tiene la llave de la entrada correcta
Con el mando, pulsa Inicio y entra en Fuente. No te fíes de que “ya estaba en HDMI 1”: selecciónalo de nuevo y espera un instante. En modelos recientes, Tizen identifica el dispositivo y te muestra el icono correcto; aprovecha para renombrar la entrada con algo claro como “PS5” o “PC de trabajo”. Ese gesto evita volver a caer en el mismo error la próxima semana.
Baja la exigencia de la fuente, recupera imagen y vuelve a subir
Cuando no aparece nada, no fuerces: en la consola o el PC fija 1080p a 60 Hz. Si la imagen regresa, ya tienes el enlace estable; desde ahí sube a 4K, activa HDR y, si procede, VRR.
En ordenador, alterna entre RGB y YCbCr si ves parpadeos. Es un recorrido por escalones, no una palanca de todo o nada. Forzar el modo máximo a la primera suele ser la receta para encadenar pantallazos en negro.
Los dos ajustes de Samsung que suelen resolverlo
Dentro de Ajustes > Conexión/General > Administrador de dispositivos externos encontrarás dos opciones que conviene activar en el puerto que uses.
La primera es Anynet+ (HDMI-CEC): permite que, al encender la consola o el reproductor, el televisor cambie sólo a esa entrada. Elimina errores humanos y hace el sistema más predecible.
La segunda es Entrada de señal plus (en algunos modelos aparece como UHD Color); abre el ancho de banda del puerto y evita cuellos de botella con 4K HDR. Si juegas, añade a la mezcla el Modo Juego para bajar la latencia y estabilizar VRR/ALLM en modelos compatibles.
El “reinicio eléctrico” que salva tardes
Hay una maniobra que parece mágica y no lo es: apaga televisor y fuente, desenchufa ambos dos minutos y vuelve a encender primero el televisor y después el dispositivo.
Lo que haces es limpiar estados internos y renegociar el enlace desde cero. Si tras esto sigues sin señal, prueba un tercer cable, actualiza el firmware del televisor desde Soporte y revisa actualizaciones de la consola o el PC. Cuando nada cambia, casi siempre el culpable es el cable: uno certificado sale más barato que otra tarde perdida.
Cambiar a la entrada HDMI correcta en un Samsung no requiere pericia, sino orden: cable competente, puerto bien elegido, selección explícita en Tizen y dos interruptores clave (Anynet+ y Entrada de señal plus). Cuando encaja, la imagen aparece a la primera y se queda. Es la diferencia entre pelearte con la tele o sentarte a disfrutar.
Imágenes | Dall-E, Xataka Smart Home
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