Manuel Naranjo
EditorCuando la luz se va en mitad del día, lo primero que se nota es el silencio raro que invade la casa. Sin tele, sin router, sin ese zumbido constante del frigorífico y el congelador. Y si vives en un sitio donde los apagones son frecuentes, seguro que conoces esa mezcla de resignación y preocupación: pensar en todo lo que tienes guardado y si aguantará hasta que vuelva la electricidad.
La realidad es que, salvo que el corte se alargue mucho, la comida aguanta más de lo que solemos imaginar. Estos electrodomésticos no pierden el frío de golpe, y están diseñados para mantener la temperatura durante horas si no se abren.
Cuánto aguanta la nevera sin electricidad
En un frigorífico moderno, con la puerta cerrada, la comida puede mantenerse segura entre 3 y 4 horas sin luz. Esto significa que, si el corte es breve, probablemente no tengas que preocuparte.
Eso sí, aquí hay una norma de oro: no abrir la puerta "para ver". Cada vez que lo haces, dejas escapar el aire frío y acortas el tiempo de conservación. Si crees que el apagón puede durar, organízate antes y piensa qué podrías necesitar, para no abrir una y otra vez.
Los alimentos más delicados (carne, pescado fresco, lácteos) son los que primero pueden perder seguridad si la temperatura supera los 4 °C. Frutas y verduras, en cambio, resisten mejor aunque pierdan frescura.
El congelador: tu seguro extra
En este caso, el margen es mucho mayor. Un congelador lleno, con la puerta cerrada, puede mantener los alimentos congelados hasta 48 horas. Si está medio vacío, ese tiempo baja a unas 24 horas.
Aquí también ayuda tenerlo bien cargado. Incluso botellas de agua congeladas pueden ser útiles: actúan como acumuladores de frío y estabilizan la temperatura. Y si el corte dura más de lo esperado, siempre puedes pasarlas a la nevera para mantenerla fresca un rato más.
Cómo saber si se ha ido la luz mientras estabas fuera
Uno de los trucos más sencillos y efectivos es el de la moneda en la cubitera. Consiste en poner una moneda encima del hielo congelado y dejarlo en el congelador. Si algún día vuelves a casa y la moneda está hundida o en el fondo, significa que el hielo se ha derretido y vuelto a congelar: es decir, que la luz se ha ido durante bastante tiempo.
Revisar antes de decidir
Si tras un apagón la luz vuelve y ves que la comida del congelador todavía tiene hielo, probablemente se pueda volver a congelar sin problemas. Pero si está completamente descongelada y ha estado más de dos horas a más de 4 °C, lo más seguro es desecharla.
En la nevera, si los productos están fríos al tacto, es buena señal. Si no, mejor no arriesgar.
Vivir en una zona con cortes habituales como yo obliga a adaptarse. Un termómetro de nevera y congelador ayuda a tomar decisiones con más seguridad. Tener el congelador lleno, mantener las puertas cerradas y usar trucos como el de la moneda pueden marcar la diferencia entre salvar o perder la comida.
Un apagón no siempre significa que lo has perdido todo. Muchas veces, la calma y un par de precauciones valen más que llenar la basura de comida que aún estaba en buen estado.
Imágenes | Freepik AI, CoPilot
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