Manuel Naranjo
EditorCon el calor pegando fuerte, no hay nada peor que encender el aire acondicionado y notar que apenas sale aire frío. Lo pones a 20 grados, esperas un rato, y nada. Ni la sensación de frescor, ni el alivio típico de cuando entras en una habitación climatizada. Me pasó hace poco. Por suerte, antes de pensar en averías graves o en llamar al servicio técnico, probé algunos ajustes básicos.
Si estás en esa situación y tu aire acondicionado no enfría como debería, puede que no sea una avería. A veces es sólo cuestión de mantenimiento, ajustes o pequeños despistes que se pasan por alto.
Comprueba el modo de funcionamiento
Puede parecer obvio, pero es lo primero que deberías revisar. Muchos aires tienen distintos modos: Frío, Auto, Ventilador, Seco… y no todos enfrían igual. A veces el aparato está en modo ventilador y da la sensación de que está encendido, pero en realidad sólo mueve aire sin enfriarlo.
En mi caso, el mando seguía marcando los grados, pero estaba en modo Dry (deshumidificación). Cambiarlo al modo Cool fue suficiente para que todo volviera a la normalidad. Parece una tontería, pero pasa más de lo que crees.
Limpia los filtros del aire
Si hace tiempo que no los limpias, ahí puede estar el problema. Los filtros se encargan de retener polvo y partículas, pero con el tiempo se saturan y dificultan el paso del aire. El resultado es un flujo más débil y un sistema que trabaja más, pero enfría menos.
En los modelos Samsung, suele bastar con abrir la tapa frontal y sacar los filtros. Un buen enjuague con agua templada, dejarlos secar al aire y volver a colocarlos. No hace falta ser técnico, ni tener herramientas especiales.
El sistema de autolimpieza también ayuda
Algunos aires acondicionados Samsung traen una función que pasa desapercibida, pero que viene muy bien: la autolimpieza (Auto Clean). Lo que hace es dejar el ventilador girando unos minutos después de apagar el equipo para secar la humedad que queda dentro.
No sustituye a una limpieza de filtros, que sigue siendo necesaria cada cierto tiempo, pero sí ayuda a que el interior del aparato se mantenga en mejores condiciones sin que tú tengas que hacer nada.
La puedes activar fácilmente desde el mando o, si tienes el aire conectado a la app SmartThings, desde el móvil. No hay que configurarla cada vez: la dejas puesta y funciona sola tras cada apagado.
Ajusta las lamas y revisa el caudal
Otro punto clave es la dirección del aire. Si las lamas están mal orientadas, puedes estar enfriando el techo en vez de la zona donde estás. También es importante que no haya obstáculos cerca de la unidad interior (como cortinas o muebles) que desvíen el flujo.
Los modelos de Samsung más recientes permiten incluso ajustar el caudal del aire y su dirección desde el mando o la app. Un detalle que, bien configurado, marca la diferencia.
Activa el modo Boost (o Fast Cool)
Algunos modelos incluyen un modo Fast, pensado para enfriar rápidamente estancias en poco tiempo. Si tu aire parece tardar más de la cuenta, esta función puede ayudarte a recuperar el rendimiento sin necesidad de hacer cambios más complejos.
Y si nada funciona, toca revisar el gas o llamar al SAT
Si has probado todo esto y sigue sin enfriar, puede que el problema esté en la carga de gas refrigerante o en el compresor. En ese caso sí conviene contactar con el servicio técnico. Pero antes de llegar ahí, muchas veces la solución está en uno de esos pequeños detalles que se pasan por alto.
Y si con una limpieza de filtros, un ajuste del modo y la autolimpieza activada se soluciona, te has ahorrado la visita… y el calor.
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