El ruido que hacía me hizo pensar que mi nevera estaba fallando. Este pequeño ajuste bastó para que todo volviera a la normalidad

Uno se acostumbra al zumbido suave de una nevera de fondo, ese que está ahí, siempre presente, pero que rara vez molesta. Por eso, cuando mi frigorífico Samsung empezó a sonar más fuerte de lo normal, lo noté enseguida. No era un ruido puntual ni un pitido ocasional, sino un murmullo constante, como si el compresor estuviera forzado. Y claro, lo primero que pensé fue en llamar al servicio técnico.

No lo hice por pereza, sino porque antes quise asegurarme de que no era una tontería. Revisé si estaba bien cerrado, si algo lo bloqueaba por detrás o si había algún alimento mal colocado. Todo parecía en orden. Pero el ruido seguía ahí, persistente. Al final, encontré la clave: un simple ajuste del modo de funcionamiento que estaba activado sin que yo lo supiera.

El modo de enfriamiento rápido, el culpable silencioso

Resulta que el frigorífico tenía activado el modo Power Cool, una función pensada para enfriar más rápido cuando acabas de guardar comida caliente o acabas de hacer la compra. Es útil, sí, pero si se queda encendido más tiempo del necesario, el compresor trabaja a tope. Y eso se nota.

En mi caso, lo había activado sin darme cuenta desde el panel frontal (o quizá lo toqué sin querer al limpiar). O puede que se hubiera activado automáticamente tras una subida de temperatura al abrir mucho la puerta. El caso es que el modo seguía en marcha y estaba forzando la máquina más de lo necesario.

Una buena función, pero no para dejarla siempre encendida

Apagar el modo Power Cool fue tan fácil como mantener pulsado el botón correspondiente durante unos segundos desde el display táctil. En cuestión de minutos, el ruido empezó a bajar. No desapareció del todo de inmediato (normal, porque el compresor aún tenía que estabilizarse), pero al cabo de un par de horas, el frigorífico volvió a su comportamiento habitual. Silencioso, estable, como siempre había sido.

Desde entonces, reviso de vez en cuando si ese modo está activado. No es algo que se use todos los días, pero puede venir bien en momentos concretos. Eso sí, mejor apagarlo después de un rato, porque si se queda funcionando horas y horas, además del ruido, puede afectar al consumo energético.

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No es que el Power Cool sea un problema. Todo lo contrario: es una función útil, sobre todo cuando quieres enfriar bebidas rápido o meter algo caliente sin alterar demasiado la temperatura general del interior. Pero hay que usarlo con cabeza.

Como pasa con muchas funciones, está ahí para ayudarte, pero si la dejas activa todo el tiempo, puede acabar dando la sensación de que algo va mal. Y a veces no es una avería ni un fallo mecánico: es sólo una configuración que se quedó encendida sin que lo notaras.

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