Manuel Naranjo
EditorLas grandes actualizaciones de software suelen generar dudas: ¿instalar ya o esperar un poco? Con One UI 8, Samsung no ha buscado revolucionar todo de golpe, sino pulir lo que ya funcionaba bien, añadir funciones útiles y reforzar la experiencia diaria.
El resultado es una capa más madura, fluida y pensada para acompañar el hardware de los Galaxy sin complicar al usuario. Tras varios días probándola en un Galaxy S25 Edge, hay al menos cinco motivos de peso para dar el salto sin miedo.
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Una experiencia más pulida
One UI 8 se construye sobre la base de la versión anterior, pero con un objetivo claro: simplificar y mejorar las interacciones del día a día. Funciones como Now Brief y Now Bar ganan protagonismo con un rediseño más intuitivo y la posibilidad de escuchar contenidos en voz alta, además de nuevas sugerencias que se adaptan a los intereses del usuario.
También se nota en la forma en que las apps se comunican entre sí, con transiciones más naturales y un sistema que responde con menos fricción.
La batería deja de ser un quebradero de cabeza
Si en One UI 7 algunos usuarios reportaron descensos en autonomía, con One UI 8 no ocurre lo mismo. La gestión de energía está mejor ajustada y no hay drenajes inesperados tras instalar la actualización.
En el tiempo que lleva en mi S25 Edge, la duración se ha mantenido estable, incluso con funciones exigentes activadas. Además, el sistema aprende de los hábitos de uso y distribuye el consumo de forma más eficiente, lo que permite estirar unas horas extra en escenarios habituales.
Nuevas funciones que aportan valor real
No hablamos solo de retoques estéticos. One UI 8 trae mejoras concretas que se notan desde el primer día:
- El nuevo diseño del reloj adapta el fondo de pantalla a la esfera para mejorar la visibilidad.
- El Asistente de Dibujo gana estilos y herramientas que hacen más sencillo crear o editar ilustraciones rápidas.
- El Borrador de Audio ya no se limita a apps de edición: ahora funciona en la grabadora de voz, eliminando ruidos de fondo en entrevistas o reuniones.
- El Estudio de Retrato con IA refina las fotos y la nueva asistencia de escritura ayuda en cualquier app donde teclees.
Son añadidos que, sin ser espectaculares, se vuelven prácticos en el día a día.
Una interfaz más cuidada
A simple vista parece todo igual, pero los detalles cuentan. La Galería incluye un panel de ajustes translúcido más ordenado, y el Administrador de Archivos organiza mejor los accesos directos.
El panel de control se ha rediseñado con mosaicos contorneados que mejoran la legibilidad sobre cualquier fondo. Son cambios pequeños, pero acumulados generan la sensación de un sistema más coherente y visualmente limpio.
Estabilidad y fluidez desde el primer día
En lugar de centrarse en añadir decenas de funciones experimentales, Samsung ha priorizado la solidez. One UI 8 se siente ágil, con animaciones fluidas y sin bloqueos en las apps principales.
La optimización del software sobre el hardware de la serie Galaxy S hace que incluso tareas exigentes (como edición de fotos, multitarea intensiva o juegos) funcionen sin tropiezos. Esta madurez evita la típica etapa de “fallos iniciales” que a menudo acompaña a otras actualizaciones grandes.
One UI 8 no busca titulares llamativos, sino convencer en lo cotidiano. Ofrece una experiencia más estable, añade funciones que se agradecen de verdad, mejora la gestión de batería y pule la interfaz para que todo sea más coherente. Si tienes un Galaxy compatible, actualizar es una apuesta segura: no hay sobresaltos, y sí bastantes mejoras que hacen que el móvil se sienta más redondo.
Imágenes | Manuel Naranjo, Manu García
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