Llegas a casa, dejas el móvil boca abajo y en el salón te espera el aparato más infravalorado para desconectar: la tele. Los modelos recientes de Samsung no sólo sirven para maratonear series; bien configurados, se convierten en un “espacio sonoro y visual” que ayuda a respirar hondo, bajar revoluciones y, cuando toca, concentrarse. No hay mística: son funciones que ya tienes y que, usadas con cabeza, cambian el ambiente de tu casa.
Por qué la tele funciona para esto
La pantalla grande ocupa campo de visión y manda señales claras al cerebro: “esto es lo importante ahora”. Si a eso sumas sonido envolvente (altavoces del televisor, barra o Q-Symphony con una soundbar Samsung), tienes un entorno inmersivo que tapa distracciones mejor que el móvil. Es justo lo que buscamos en mindfulness: foco y regularidad.
Dónde están las visualizaciones y los sonidos
En Samsung TV Plus tienes canales y piezas de naturaleza, chimeneas, acuarios y paisajes urbanos en bucle. En la Tienda de apps de Tizen verás apps de relajación y meditación con sesiones guiadas y “soundscapes”. Y siempre queda YouTube con horas de lluvia, bosque, ruido blanco o “brown noise”.
Si tu tele incluye Samsung Health, encontrarás rutinas cortas de respiración y estiramientos suaves, perfectas para antes de dormir o entre bloques de trabajo.
Monta tu “modo zen” en tres minutos
- Modo Ambiente / Art Mode (The Frame): coloca una escena minimalista o un vídeo de naturaleza. Reduce brillo a un nivel bajo y estable.
- EyeComfort Mode (si tu modelo lo trae): ajusta la temperatura de color por la noche para reducir luz azul y que la sala no “despierte” más de la cuenta.
- Temporizador de apagado: 20-30 minutos y adiós pantalla sin depender de ti.
- Volumen constante: usa Adaptive Sound o deja el nivel entre 6 y 12; mejor sensación de colchón sonoro que de “música de fondo”.
- Barra + Q-Symphony (opcional): suma cuerpo al sonido sin subir dB; la idea es envolver, no “hacer concierto”.

Usar la tele para concentrarse, no sólo para relajarse
Cuando toca trabajar en casa, cambia a ruido estable (blanco, rosa o marrón). El “brown noise” suele tapar mejor voces y tecleo. En pantalla, deja visualizaciones lentas: una costa al anochecer o un bosque con cámara fija.
Evita clips con cambios de plano rápidos; el corte manda una micro-alerta al cerebro y rompe el foco. Si tu tele soporta MultiView, coloca a un lado un temporizador de pomodoros desde el móvil y, al otro, el paisaje en bucle.
Automatízalo con SmartThings
Crea una Rutina: “al anochecer, activar Modo Ambiente, EyeComfort, volumen al 8 y luces del salón al 30 %”. Si usas altavoz inteligente o Bixby, deja un comando corto (“modo calma”) que dispare todo a la vez. El objetivo es quitar fricción; cuanto menos tengas que tocar, más repetirás el hábito.
Todo esto no sustituye una práctica formal ni resuelve el estrés por arte de magia. Lo que sí hace es preparar el entorno para que tu cabeza cambie de marcha: menos estímulos, ritmo más lento y una guía suave para respirar o trabajar con foco. Si además lo tienes a un comando de voz o una rutina automática, lo usarás de verdad.
En resumidas cuentas: ese televisor Samsung que ya tienes puede ser mucho más que un reproductor de series y películas. Con dos ajustes y una lista bien elegida, se convierte en una herramienta cotidiana de bienestar y concentración. Y eso, en días largos, vale oro.
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