En tu cabeza sonaba genial pero no; meter tu Galaxy en el congelador para bajarle la temperatura es una muy mala idea

  • Los cambios de temperatura muy rápidos pueden dañar tu smartphone para siempre

  • La batería y su vida útil pueden verse perjudicadas

Frigorifico
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Manu García (Visnuh)

Coordinador

A todos se nos ha pasado por la cabeza en alguna ocasión. Si el móvil sufre un calentón en verano, qué forma más rápida de "bajarle la fiebre" que metiéndolo en el congelador. Si de el pensamiento has pasado al hecho, quizás para la próxima debas replanteártelo.

El frigorífico es para los alimentos y las bebidas, no para los móviles

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Seguro que te ha pasado. Has ido a la playa o la piscina y te has puesto a mirar Instagram o TikTok a pleno sol como si no hubiera un mañana, o a jugar a tu juego favorito. Has notado como el móvil echaba fuego en tu mano e incluso te ha dado el aviso por alta temperatura y te ha dicho que esperes a que baje la temperatura para seguir usándolo.  También puede que hayas llegado a casa y hayas pensado en cargar la batería y una vez más, te haya pedido que esperes para hacerlo.

El caso es que cais todos sabemos qué debemos hacer cuando el móvil se calienta al ponerlo a cargar, pero pocos saben qué hacer cuando hay que enfriarlo. Incluso cuando nos ha pasado a casi todos. Y como a casi todos, también se te habrá ocurrido que la forma rápida de bajarle la temperatura al móvil era meterlo en el lugar más fresco de la casa: el congelador.

Nada más desaconsejable

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Como ya hemos dejado caer, no hay nada menos aconsejable que meter en el congelador un smartphone. O cualquier aparato que esté muy caliente. Por varios motivos.

La condensación es enemiga de los dispositivos electrónicos

Por un lado, tenemos el problema de la condensación. Si metemos algo caliente en el congelador (e incluso el frigorifico), el cambio de temperatura va a ser tan rápido que el agua del ambiente, incluida la que hay dentro del dispositivo, se va a condensar. Esto es básicamente forzar que tengamos agua dentro del dispositivo y todos sabemos que el agua es de los peores enemigos de la electrónica y la tecnología.

Podemos causar cortocircuitos y oxidaciones nada deseables, pudiendo incluso desembocar en que el aparato deje definitivamente de funcionar.

Cambios bruscos de temperatura, a evitar

Por otro lado, los cambios tan bruscos de temperatura pueden ocasionar roturas en componentes. Cualquiera que pone comida muy caliente en un recipiente de cristal sabe que no debe meterla rápidamente en el congelador, porque puede causar que se rompa el cristal o que no se debe echar agua caliente sobre un parabrisas helado. Pues con los dispositivos electrónicos pasa igual. Podemos provocar que el cristal de la pantalla se resquebraje, o que componentes como los chips se rompan, por no decir que no es nada bueno para la batería.

El frío, viejo enemigo de las baterías

De hecho, uno de los componentes que más sufre con el frío es la batería. Seguro que sabes que, por ejemplo, las baterías en alta montaña o en un viaje a zonas polares duran mucho menos e incluso se descargan totalmente. Pues a las de los smartphones también les ocurre. Y lo malo del frío para ellas es que puede causar daños irreversibles. Además, ya sabemos que llevarlas por debajo del 20% no es aconsejable, y eso, en el congelador es muy probable que ocurra. Así que puede que tengamos un móvil refrigerado pero con una capacidad de carga muy reducida.

Hay alternativas, más lentas, pero mucho más seguras

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Así que, visto todo esto, si necesitas que tu Galaxy baje de temperatura, lo primero que debes saber es que las prisas no son buenas consejeras. Lo mejor es dejar que el dispositivo se enfríe a su ritmo.

Para ello no hay soluciones mágicas, sobre todo si necesitas seguir usándolo mientras se enfría. De primeras, si tienes funda o carcasa protectora, es aconsejable quitársela, para que el calor se disipe más rápido.

Otro buen consejo es dejar cualquier tarea pesada que estuviera causando el calentamiento. Ojo aquí a los gamers más exigentes (existen opciones para jugar que no exigen tanto al terminal). Nada de cargar la batería tampoco: eso va a provocar justo el efecto contrario al que deseamos, o sea, que el móvil se caliente más.

Tampoco está de más reducir el brillo de la pantalla y dejar el terminal si no lo estamos usando sobre alguna superficie fresca, como el mármol del suelo o de la cocina. Y por supuesto, si en ese momento nos lo podemos permitir, nada como dejarlo en modo avión e incluso apagarlo. Con eso conseguiremos que vuelva a temperaturas más aconsejables en mucho menos tiempo. Y lo que es más importante, sin dañar ninguno de sus componentes o materiales.

Imágenes | Grok, Bing Image Creator

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