Desde que soy coordinador en Territorio S, son ya varios los smartphones de Samsung que he tenido la suerte de probar. Y digo suerte porque todos ellos me han parecido dispositivos excepcionales, cada uno en su clase.
Y, si bien el Galaxy S24 Ultra (a falta de probar el S25) me pareció el mejor resumen de lo que un smartphone de gama alta debe ser, es el Galaxy Z Fold6 el que realmente me ha sorprendido más. Es un teléfono (‚o debería decir tablet?), ya no tan único en su especie dada toda la competencia que le ha salido, pero sí de lo más exclusivo que podemos comprar, en nuestro mercado al menos.
También es cierto que no es el terminal que elegiría si tuviera que comprarlo yo, (spoiler: sería el S25 Ultra, por capacidades fotográficas sobre todo), ahora tengo mucho más clara la utilidad de este tipo de smartphones. Usarlo en el día a día ha sido todo un antes y un después. Aquí te cuento todo lo que me ha parecido.
Índice de Contenidos (6)
Diseño, calidad premium en un móvil que ofrece una doble experiencia

Cuando saqué el Z Fold6 de la caja, su diseño me sorprendió; no lo puedo negar. Más allá del toqueteo en alguna tienda, era mi primera experiencia real con un plegable tipo libro y lo cierto es que en ningún momento eché en falta los acabados del Galaxy S24 Ultra o los de los iPhone Pro Max a los que he estado acostumbrado.
Este terminal tiene materiales de primerísima calidad: aluminio para los marcos y cristal para la parte trasera. Y sí, lo primero que le miras es la bisagra y el pliegue interior. Aquí los tenemos bastante bien resueltos y sin espacio libre entre ambas mitades cuando el smartphone está plegado.

En cuanto a la primera, la calidad es innegable: acabada en metal, como el resto del chasis de smartphone y con una resistencia que, a falta de pasar uno o dos años con él, aparenta que va a aguantar lo que le echen.
El lado interior es otro tema diferente... No porque sea malo, pero la película que protege la pantalla tiene un tacto de plástico que aleja la experiencia a la que estamos acostumbrados con otros smartphones como por ejemplo un Ultra.

Si tengo que ponerle pegas a los bordes de este modelo. Va siendo hora de que Samsung se plantee redondear un poco los cantos de sus smartphones de gama alta, porque el Z Fold6 llega a hacerse molesto en mano cuando está plegado. La esquina inferior izquierda se clava en la mano incluso más de lo que se clava la del S24 Ultra.
Ese lado del teléfono es más cuadrado que el derecho y por tanto más molesto. Eso sí, cuando está plegado. Cuando lo tenemos completamente abierto, la sensación es muy distinta, porque ya tenemos las mismas esquinas tanto a la derecha como a la izquierda y porque el grosor del terminal es mínimo.

El grosor del Fold6 cuando está plegado es considerable, unos 12,1 mm, que son unos 4 más que un Galaxy Ultra, (8,2mm el S25; 8,6 el S24), pero no se hace excesivo cuando lo tenemos en la mano, (quizás en el bolsillo sí). Hay que tener en cuenta que modelos de tipo convencional como aquellos se suelen usar con funda, y eso los suele llevar al mismo grosor si no a uno mayor que el Z Fold6.
La cosa cambia, mucho, cuando abrimos su pantalla. Lo primero que podemos pensar si vemos un Z Fold6 abierto en las manos de otro es que debe ser un smartphone incómodo, pero nada más lejos de la realidad. Su grosor lo hace muy ligero en mano, cómodo y muy manejable, incluso para asirlo completamente entre la palma de la mano y la punta de los dedos, al menos cuando se tienen manos de tamaño medio, como es mi caso.

Otro punto importante es que el peso no se hace molesto en ningún momento. Sus 239 gramos no son demasiados (pensemos que el S24 Ultra pesaba 233 gramos y que el S25 Ultra pesa 219 gramos).
Lo otro que nos llama la atención cuando está plegado es que su formato es prácticamente igual de alto que el de un terminal premium como el Ultra, pero con una pantalla mucho más estrecha. Sé que no es algo que le vaya a gustar a todo el mundo, pero yo lo he agradecido mucho.

Esta pantalla tan estrecha permite llegar mucho mejor al otro extremo con el pulgar. No es que sea un smartphone pensado para usar a una mano, pero lo pone mucho más fácil que los convencionales y, además, me ha parecido un formato de pantalla ideal para el scrolling, por ejemplo en redes sociales como X o Instagram y muy cómo para apps de mensajería como WhatsApp o Telegram.
Eso sí, a cambio, usarlo plegado con las dos manos es algo más incómodo, porque no hay suficiente espacio para usar los dos pulgares a la vez.
Pantallas, el dos por uno con más sentido

En cuanto a sus pantallas, como en el apartado del diseño, el Z Fold6 no puede ocultar que es un terminal premium. La calidad de ambos paneles es indudable: Dynamic AMOLED 2X con 120 Hz de refresco en ambos, aunque el panel interior es Infinity Flex.
La exterior nos ofrece 6,3 pulgadas con resolución HD+ (2.376 × 968) y la interior 7,6 pulgadas con resolución QXGA+ (2.160 × 1.856).

Es cierto que se agradecería más resolución en el panel exterior, aunque no es nada grave si tenemos en cuenta su tamaño. Incluso poniéndolo junto a un terminal con mayor resolución, nos costará encontrar la diferencia. En este panel el brillo pico es de 1.600 nits, que suele ser suficiente, incluso en exteriores.
Otra cosa es la pantalla interior que dada su construcción en un panel plástico tiene un brillo que se queda por debajo de lo deseable a plena luz, incluso con 1.000 nits más (tiene un brillo pico de 2.600 nits). Y no es por cuestión de números; es por cuestión de materiales. El panel interior es un auténtico imán para las huellas y esto lo hace muy incómodo a plena luz del sol. Las huellas son más visibles que nunca e incluso con el brillo al máximo, a veces nos encontraremos contemplando un churrete en la pantalla en lugar del contenido que queremos ver.

Luego tenemos el aspecto del doblez de la pantalla. Ha sido lo primero a lo que ha ido todo el mundo al que le he dejado ojear el Z Fold6. Es lo que despierta la curiosidad. Tras usar este tiempo ese Galaxy, te das cuenta de que es algo más visual que funcional. Con la pantalla encendida, a no ser que le esté dando la luz muy fuerte, apenas si lo vamos a notar. Con la pantalla apagada y abierta, es un imán para la mirada. En lo que no molesta en absoluto es al usar la interfaz táctil, al pasar el dedo sobre ella. Notas que está ahí, sí, pero como digo, no molesta y no es impedimento para nada.
En ambas pantallas tenemos unos colores muy bien calibrados, y en todo momento tendremos las mismas sensaciones: no notaremos cambios entre ellas cuando pasemos de un panel al otro.

Como ya he comentado, la pantalla externa se hace ideal para ciertos tipos de contenidos como las redes sociales, las apps de mensajería o usar apartados como el menú de ajustes, navegar por la Play Store, etc.
La pantalla interior tiene más sentido en ciertos momentos. Leer en ella es una auténtica gozada, lo mismo que navegar con Chrome o ver noticias en Google Discover. Las fotos de Instagram, por ejemplo, (o de otros servicios de fotografía), se ven de auténtico lujo. Se disfrutan más bien, pero no así los vídeos. El problema principal de este formato está en que hoy día, casi todos los contenidos son panorámicos y esto nos deja unas molestas bandas negras al consumir vídeo.

Los juegos son otro cantar: al ser adaptables (en su mayoría) al formato de pantalla, la pantalla interna es también una gozada en este sentido. No es lo mismo jugar en la pequeña pantalla exterior o en terminal más convencional, que en las 7,6 pulgadas desplegadas de un Fold6.
Mención aparte merece el modo Flex, que nos permite usar el smartphone plegado, como si de un portátil se tratara, con el panel que queda en horizontal a modo de teclado. Es un lujo que sólo un smartphone como este nos puede ofrecer. Se vuelve muy práctico por ejemplo, a la hora de teclear mensajes, o con apps como el traductor.
Eso sí, no me genera confianza alguna el hecho de dejar el smartphone apoyado en la mesa sobre su pantalla exterior: si no le añadimos un cristal templado o algún protector, tenemos los ingredientes perfectos para una pantalla rayada. Y claro, no podemos apoyarlo sobre la otra mitad exterior, ya que en ella sobresale el módulo de cámaras.

Otro de esos detalles en los que no hay smartphones como este tipo de plegables es en el uso de pantallas partidas, ventanas flotantes, usar dos apps al mismo tiempo... Si una pantalla como esta, de formato cuadrado tiene sentido, es cuando hacemos este uso de ella.

Y hay un aspecto más que no encontramos en smartphones de otros tipos: la barra de navegación en la pantalla interior. Tener siempre a mano las últimas apps que hemos abierto además de las que tenemos siempre fijas en el escritorio y los botones de retroceso, vuelta a inicio y todas las apps abiertas es de lo más cómodo. Cuando te acostumbras a ella y vuelves a usar un teléfono más convencional echas de menos tenerlo todo ahí, siempre disponible.
Sonido

En el apartado del sonido, no puedo más que decir que el Z Fold6 sorprende. En este aspecto, el grosor efectivo no es el del terminal plegado, claro. Samsung ha metido sus altavoces estéreo en 5,6 milímetros de grosor y ha conseguido ofrecer un sonido, algo metálico, sí, pero de una calidad que uno no espera en un terminal tan delgado.
No tiene demasiado que envidiar a propuestas como la del Ultra, con un audio que ni siquiera distorsiona a máximo volumen. Como única pega, podemos ponerle la ligera vibración que se nota cuando lo mantenemos en la mano, sonando a partir de medio volumen. Nada importante: cualquiera que esté acostumbrado a reproducir música con una tablet en la mano ya sabrá de qué hablamos y se habrá acostumbrado a ello.
Rendimiento premium

Para este modelo, Samsung no sólo optó por el mismo chip que en el Ultra, el Snapdragon 8 Gen 3, sino que lo acompaña de más RAM: 16 GB en lugar de los 12 del modelo "convencional". Esto da como resultado un rendimiento envidiable. El Z Fold6 es pura fluidez. Podemos abrir apps y más apps sin llegar a notar que ésta se resienta. Si es cierto que cuando le exigimos más potencia, se nota que se calienta y va algo más lento, pero con un grosor como el de este smartphone, la refrigeración es un asunto complicado, claro...
Una vez que ha llegado One UI 7, el rendimiento ha seguido siendo excelente. Las transiciones entre apps son rápidas y muy fluidas, no he notado ralentizaciones en ningún momento. Tanto con la versión de One UI de origen como con la última, este Galaxy es excepcional y no podemos asegurar que cumpla bien cuando llegue a su séptimo año de actualizaciones, pero podemos apostar que nos va a durar años sin empezar a flaquear.
Autonomía, un aspecto algo más flojo

Es en el aspecto de la autonomía donde sí que se queda algo por debajo de lo esperado en un terminal de gama alta.
El Z Fold6 lleva una pila de 4.400 mAh que no nos va a dejar tirados a lo largo del día, a no ser que le demos un uso demasiado intensivo, con juegos, vídeo y apps demasiado exigentes durante mucho tiempo, En un uso normal, tenemos la jornada garantizada, pero no llegaremos a lo que ofrece un modelo como el Ultra S24. Los 600 mAh de diferencia sí que llegan a notarse.
La carga es otro de los aspectos en los que no es capaz de igualar a los Ultra porque se conforma con los 25 W: cargar completamente su batería partiendo de un 20% con un cargador rápido nos llevará una hora y media aproximadamente.
Fotográfia: un plegable que sorprende

Que un plegable no va a ser el smartphone más cómodo para la fotografía ya nos lo podemos imaginar, y aún así, el Z Fold6 también sorprende en este aspecto. Por un lado, porque en mano, cerrado por supuesto, y abierto en menor medida, no es incómodo en absoluto. A ello podemos sumarle lo mucho que se disfruta poder apoyarlo sobre una mesa, plegado y tener los controles en modo Flex en la parte de la pantalla que queda en horizontal.



Pero en lo que realmente importa, en el apartado del rendimiento fotográfico y de vídeo, es donde el Z Fold6 sorprende por estar a la altura. Cuenta con una configuración principal de tres ópticas, todas ellas con estabilizador óptico OIS, y con 50 MP y apertura f/1.8 la principal, más 12 MP y apertura f/2.2 en el ultra gran angular de 123º y un teleobjetivo 3X con 10 MP y apertura f/2.4. No es lo que encontrábamos en el S24 Ultra, pero no desmerece.
Además, cuenta con, no una cámara frontal, sino dos: una con 10 MP en la pantalla exterior, con apertura F/2.2 y otra en la interior, balo pantalla, con 16 Mp y apertura f/1.8.





Son las mismas especificaciones que ya se veían en el Z Fold5, pero el software viene afinado como es debido y el resultado es mucho mejor.
Los controles manuales son excelentes y nos permiten hacer con las cámaras prácticamente lo que queramos pero además, tenemos unos controles automáticos muy equilibrados, que nos dejan fotos de buena calidad en casi todas las situaciones, sin poder ponerle demasiadas pegas ni siquiera en condiciones de menor luminosidad.
De las dos cámaras frontales, rinde algo mejor la de la pantalla externa y en cuanto al vídeo, es capaz de ofrecernos hasta 8K a 30 fps, aunque donde mejor rinde es en 4K a 60 fps.

He pasado algo más de dos meses probando el Z Fold6 y no puedo más deshacerme en elogios hacia él. Como digo, era mi primera experiencia con un plegable de este tipo y todo lo que he encontrado me ha parecido excelente. Las pocas pegas que le puedo poner me parecen aspectos más que perdonables. Algunos de ellos son sacrificios que hay que hacer por tener un terminal de este tipo, como el doblez de la pantalla, aunque como he comentado, es más un aspecto estético que funcional.

Son muy pocos los apartados en los que flojea el plegable de tipo libro de Samsung y si bien de momento me seguiría manteniendo en el mercado más tradicional para comprar mi próximo smartphone, creo que mi forma de ver este tipo de plegables ha cambiado y ahora me parecen más interesantes que nunca.

Una vez pruebas esa gran pantalla que ofrece abierto, es difícil no querer volver a ella. La comodidad de la lectura en ese tamaño o la calidad con la que se disfrutan las fotos y contenidos de las redes sociales hace muy difícil conformarse con pantallas más pequeñas una vez has catado lo bueno. Tras este tiempo lo tengo claro: ya soy un convencido del plegable de tipo libro de Samsung. Ahora me tocará evangelizar.
Imágenes | Manu García
En Territorio S | Nuevo Galaxy S25 Edge, el lobo con piel de cordero de Samsung
En Territorio S | Estos son los mejores móviles Samsung que puedes comprar en 2024 según precio y especificaciones
Ver 0 comentarios