Manuel Naranjo
EditorSacar una camisa del tambor y ver que ha perdido forma o que algún hilo se ha enganchado es de esas pequeñas tragedias domésticas que te fastidian el día. Samsung lleva tiempo intentando minimizar ese tipo de daños con un diseño propio para sus tambores al que llama Soft Curl Drum. No es una función mágica ni un programa secreto, sino una forma distinta de trabajar la superficie de este componente de sus lavadoras que roza con la ropa para que el lavado sea más eficaz sin dejar de respetar tus prendas.
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Qué es el Soft Curl Drum
El concepto parte del conocido “Diamond Drum”, pero afinado para que el contacto entre tejido y metal sea lo más amable posible. La pared del tambor no es lisa ni agresiva: está formada por relieves suaves, con una geometría redondeada que guía el deslizamiento de las prendas.
A eso se suman perforaciones de menor tamaño y perfil más cuidado, pensadas para que los hilos no se cuelen ni se enganchen con facilidad. El resultado no se nota en un ciclo y con el tiempo: menos pelusas indeseadas, menos puntitos tirantes y una caída de la prenda más parecida a la original.
Qué aporta en el día a día
El tambor es el escenario donde ocurre todo. Si esa superficie “acaricia” en lugar de raspar, tu ropa sufre menos. Se aprecia especialmente en camisas, blusas, ropa de cama fina o prendas deportivas de tejido técnico, que agradecen un apoyo más suave durante el transporte y el centrifugado.
También ayuda a mantener mejor las texturas cuando mezclas cargas variadas, algo muy habitual en casa. No se trata sólo de que la prenda salga limpia, sino de que salga sin suciedad y con buen aspecto, sin ese envejecimiento prematuro que a veces asociamos a lavadoras duras.
Cuándo te interesa de verdad
Si en tu armario hay piezas que mimas un poco más, el Soft Curl Drum te encaja. Quien lava camisas a menudo, quien combina ciclos cortos entre semana con sábanas los fines de semana, o quien convive con tejidos delicados, notará un trato más amable.
Incluso si tu colada es “todo terreno”, el diseño ayuda a que prendas básicas como camisetas o sudaderas mantengan mejor el tacto tras muchas vueltas. No es un argumento de marketing para colarte una gama alta: es una decisión práctica si valoras la longevidad de la ropa.
Matices y cómo elegir modelo
Conviene recordar que el tambor es una pieza del puzzle. El motor, la calidad del equilibrado, los programas disponibles, la dosificación del detergente y el mantenimiento de la máquina influyen tanto como el diseño de la cuba.
Además, no siempre verás “Soft Curl Drum” escrito tal cual en la ficha: a veces aparece bajo el paraguas de Diamond Drum o con descripciones de “relieves suaves” y “orificios optimizados”.
Lo sensato es mirar la hoja técnica, comprobar fotos del interior del tambor y, si puedes, ver la máquina en persona para apreciar la geometría. Si dudas entre dos modelos, prioriza el que combine este diseño con buenas opciones de carga mixta y centrifugado ajustable; ahí es donde se nota en conjunto.
El Soft Curl Drum no promete milagros, promete cuidado. Y ese cuidado se traduce en menos enganches, menos desgaste y un aspecto más fresco lavado tras lavado. Si buscas una lavadora que no sólo limpie, sino que respete la ropa y alargue su vida útil, este tipo de tambor marca la diferencia. Es una mejora silenciosa, de esas que no se ven en la tienda, pero se agradecen en casa cada vez que tiendes y compruebas que tus prendas siguen como deben.
Imágenes | Manuel Naranjo, Samsung
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