Manuel Naranjo
EditorLos cortes de luz llegan sin avisar, y cuando lo hacen, lo primero que sentimos es el parón en seco de todo lo que tenemos conectado. El salón se queda en silencio, la cocina en pausa y la casa se convierte, por unos minutos (o unas cuantas horas como ocurrió ayer), en una especie de cápsula desconectada. Lo que a veces se ve solo como una molestia puede acabar en algo más serio: los electrodomésticos no llevan nada bien los apagones.
Más allá del fastidio de no poder cargar el móvil o calentar el café, lo que realmente importa en estos momentos es cómo proteger lo que tenemos en casa. Porque hay aparatos que sufren en este tipo de situaciones. La clave está en saber cuáles son los más delicados y qué podemos hacer para que un corte de luz no acabe en una visita del servicio técnico.
Los electrodomésticos más delicados cuando se va la luz
El hecho de que se vaya la luz es un verdadero incordio, pero además es bastante común que en el momento en que vuelve el suministro se produzcan picos de tensión que pueden hacer bastante daño a muchos de los aparatos que tenemos en casa como ordenadores, routers o consolas, pero especialmente a ciertos electrodomésticos.
El frigorífico es uno de los que más hay que cuidar. Aunque es un electrodoméstico diseñado para funcionar sin descanso, una subida de tensión puede dañar la placa electrónica o incluso afectar al compresor. No es algo que pase a menudo, afortunadamente, pero sí que es uno de los que más papeletas tiene de estropearse de todos los aparatos de nuestra cocina.
Los alimentos dentro del frigorífico duran un determinado tiempo cuando no hay luz. Para conservar la comida que hay en su interior, evita abrir las puertas. Ten en cuenta que este tipo de electrodomésticos son capaces de mantener el frío de 4 a 6 horas, además de que un congelador que esté lleno es capaz de preservar los alimentos hasta 48 horas sin electricidad.
También hay que estar atentos a lavadoras, lavavajillas y secadoras. Estos electrodomésticos tienen mucha electrónica en su interior (y cada vez más), por lo que cualquier pico de tensión puede estropear sus placas de control.
Por eso, cuando sufrimos un apagón, es bastante conveniente ir al cuadro de luces de nuestra casa y bajar el diferencial o diferenciales que afecten a todos estos electrodomésticos, puesto que así los vamos a proteger.
Otra de las opciones que tienes es la de bajar el interruptor general del cuadro eléctrico, pero el problema de realizar esta acción es que no vas a saber ciertamente cuándo vuelve la luz. Por ejemplo, en mi caso, siempre que no hay electricidad, las farolas de mi calle también se apagan, por lo que a mí me sirven para conocer en qué momento puedo subir el botón.
Desenchufar los electrodomésticos también puede ser una buena opción, aunque es algo que (a veces) resulta fácil de hacer con la lavadora o la secadora. Sin embargo, es poco probable que podamos hacerlo con un frigorífico o un lavavajillas, ya que, en la mayoría de los casos, estos electrodomésticos están integrados en la cocina, lo que dificulta su desconexión rápida.
Otra cosa que hay que tener en cuenta es que muchos de los electrodomésticos modernos son capaces de reiniciarse cuando notan que ha vuelto la luz, por lo que no es conveniente que lo hagamos nosotros de manera manual.
Cuando vuelva la luz, tómate un momento para revisar cada electrodoméstico. Si aun habiendo tomado estas medidas notas ruidos extraños, fallos o alguna alerta rara, lo mejor es que contactes con el servicio técnico antes de seguir usándolos.
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