Si tienes cojines en el salón, ya sabes que las fundas son el blanco perfecto para manchas, polvo y el desgaste diario, sobre todo si en casa hay niños o mascotas correteando.
Lo bueno es que no tienes que estar cambiándolas todo el rato ni comprar fundas nuevas cada poco tiempo. Con un poco de cuidado y sabiendo cómo lavarlas bien, puedes alargarles la vida y mantenerlas con buen aspecto mucho más tiempo.
Lo primero: lee la etiqueta y elige bien
Antes de meter cualquier funda en la lavadora, echa un ojo a la etiqueta. Parece una tontería, pero cada tela es un mundo y tiene sus propias necesidades. Algunas fundas son más delicadas, otras llevan tejidos que necesitan un trato especial.
Además, si estás pensando en comprar fundas nuevas, intenta que tengan elastómero en la mezcla de tejidos. Eso les da un poco de elasticidad que facilita ponerlas y quitarlas, y evita que las costuras se estiren o se rompan con el uso o el lavado.
En los detalles está la diferencia
Un truco que siempre recomiendo: dale la vuelta a la funda antes de meterla en la lavadora. Así, proteges la tela exterior de rozaduras y, sobre todo, evitas que las cremalleras arañen o se enganchen con otras prendas, estropeando el tambor u otros componentes de la lavadora.
También es buena idea marcar cada funda si tienes varias iguales; así no tendrás que adivinar cuál va en cada cojín cuando las saques.

El lavado: suave y sin prisas
A la hora de elegir el programa, mejor ir a lo tranquilo. Un ciclo corto y suave será suficiente para dejarlas limpias sin castigar las fibras. También evita poner un centrifugado muy fuerte porque puede deformar las fundas o dañar las costuras, especialmente si no son telas resistentes.
Secado y plancha: sin pasarse
Para secarlas, olvídate de la secadora o, si la usas, hazlo en el programa más suave. Muchas fundas no llevan bien el calor y pueden encoger o perder forma. Lo ideal es dejar que se sequen al aire, bien estiradas para que no queden arrugas. Si tienes que planchar, mejor hacerlo con la plancha a baja temperatura y con cuidado, para no estropear el tejido.
Con estos consejos, tus fundas de cojín podrán sobrevivir a manchas, juegos y el uso diario sin perder su estilo ni forma. Y así tu salón seguirá luciendo bien cuidado, sin complicarte la vida ni gastar de más.
Imágenes | Freepik AI
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