Manuel Naranjo
EditorCuando algo funciona, no hay que complicarlo. Solo pulirlo, hacerlo más elegante y más cómodo. Y eso es exactamente lo que ha hecho Samsung con el nuevo Galaxy Watch8 Classic, que se presenta este 2025 con el regreso del bisel giratorio. El resultado es un reloj que entra por el ojo.
Presentado junto a los plegables Galaxy Z Fold7 y Z Flip7, el nuevo Watch8 Classic recupera la esencia de lo que hizo único a este modelo, en un momento en el que todos los relojes parecen querer ser lo mismo.
Un diseño que cuida cada detalle
Visualmente, el Galaxy Watch8 Classic enamora a primera vista. La caja sigue marcando presencia, pero con un perfil más delgado, bordes más suaves, con un cierto toque cuadrado (al estilo del Galaxy Watch Ultra) y un acabado más refinado. Y lo más importante: en la muñeca se nota ligero, cómodo y bien proporcionado.
Samsung ha trabajado también en los puntos clave del uso diario. La correa se adapta mejor, la integración con el bisel es más sutil y el botón lateral tiene el recorrido justo para responder sin estorbar. Todo da la sensación de estar más pensado, más trabajado.
El bisel giratorio vuelve mejor… y más útil que nunca
Lo echábamos de menos. El bisel físico giratorio no era sólo un capricho: era una forma diferente (y muy efectiva) de interactuar con el reloj. Navegar por menús sin tapar la pantalla, ajustar detalles con precisión, moverse por widgets sin arrastrar el dedo una y otra vez… todo eso vuelve. Pero ahora lo hace con un mecanismo más fino, con un clic más suave y con mejor respuesta al movimiento. Más que una vuelta, es una evolución.
En un mundo de pantallas táctiles, este pequeño gesto mecánico vuelve a marcar la diferencia. Y en el Watch8 Classic, no sólo tiene sentido: es casi lo mejor de todo.
Potencia para estar a la altura del diseño
Por dentro, Samsung ha incorporado el procesador Exynos W1000, que se traduce en un rendimiento fluido, tiempos de carga más rápidos y una mayor eficiencia energética. Las transiciones son suaves, las apps abren sin esperas y el seguimiento de salud funciona con mucha precisión, incluso cuando se activan varias funciones a la vez.
La batería cumple. Y junto con la pantalla mejorada, más brillante (3.000 nits) y visible en exteriores, el conjunto rinde de forma sólida sin compromisos.
El Galaxy Watch8 Classic no ha intentado ser otra cosa. Ha sido fiel a lo que lo hizo diferente en el pasado y ha decidido volver con más clase, más equilibrio y más intención. En un año marcado por la potencia de los plegables, el reloj de Samsung ha sabido hacerse notar de otra manera: volviendo a lo básico, pero haciéndolo bien.
Para quienes valoran el diseño, la sensación mecánica del bisel y un estilo más clásico y cercano al de los cronógrafos de toda la vida, uno que no pasa de moda, este reloj es, sin duda, el más apetecible de la generación.
Imágenes | Samsung
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