Los Galaxy Watch son lo más en personalización: Samsung te deja hasta que te hagas tú mismo los tonos de llamada

En los ajustes del Galaxy Watch puedes cambiar el tono de llamada o incluso añadir uno propio desde la app Galaxy Wearable

llamada en el smartwatch
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Manuel Naranjo

Editor

Personalizar el tono de llamada del Galaxy Watch es uno de esos gestos pequeños que cambian la relación con el dispositivo. No hace falta nada raro: en dos minutos conviertes un aviso genérico en un detalle tuyo, reconocible, que encaja con tus rutinas. Y cuando suena, ya no piensas en menús ni ajustes; piensas “ese soy yo”.

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Dónde está la opción y cómo dejarlo a tu gusto

En el propio reloj, entra en Ajustes > Sonidos y vibración > Tono de llamada. Verás una lista de sonidos preinstalados. Tócalos para preescucharlos y confirma el que más te encaje. 

Si buscas más personal, abre Galaxy Wearable en el móvil, entra en Ajustes del reloj > Sonidos y vibración > Tono de llamada y usa Añadir para enviar un archivo desde el teléfono. Con formatos habituales (por ejemplo, MP3 o WAV) no deberías tener problema: en segundos aparece en el reloj y puedes seleccionarlo como cualquier otro.

Consejo práctico: mientras decides, pon el volumen un punto por encima del habitual para comparar mejor; luego bájalo a tu nivel de confort. La percepción cambia mucho entre un salón silencioso y la calle.

El equilibrio entre sonido y vibración

No todo es el tono. Merece la pena ajustar volumen y vibración por separado en el mismo menú. Una idea que funciona:

  • Casa/oficina: tono discreto y vibración media.
  • Exteriores: tono algo más marcado y vibración alta.
  • Reuniones/noche: vibración suave y, si hace falta, No molestar o Modo hora de dormir.

La clave es que el reloj avise sin imponerse. Cuando el equilibrio está bien afinado, el aviso no te saca de lo que estás haciendo; simplemente te acompaña.

llamada en el smartwatch

Elegir el tono: menos es más

Funciona mejor lo breve y claro que lo espectacular. Tonos con ataque definido (un clic, una campanilla, un pluck) se distinguen mejor en entornos ruidosos. Si prefieres melodías, recorta los primeros segundos para que entren rápido y evita subidas bruscas: el altavoz del reloj rinde mejor con sonidos limpios que con graves pesados.

Un truco útil: ponte los auriculares Bluetooth y prueba cómo se comporta el aviso. Muchas veces atenderás desde ahí y conviene que el tono no pelee con la cancelación de ruido.

Si no suena como esperabas...

Antes de culpar al archivo, revisa lo básico:

  • Volumen de llamadas del reloj (no el multimedia).
  • No molestar/Modo cine activos sin querer.
  • Un perfil de sonido que hayas cambiado desde una esfera o widget.
  • Archivos demasiado largos o con bitrate raros; si falla, vuelve a un MP3 sencillo.

Si aun así notas algo raro (cortes, distorsión), reduce un poco el nivel de salida al exportar el archivo desde el móvil. El altavoz del reloj agradece señales moderadas.

Cambiar el tono no te hace usar el reloj de otra manera… hasta que te acostumbras a oírlo. Ahí descubres que ese segundo y medio de sonido es parte de tu rutina: te avisa sin imponerse, te reconoce sin llamar la atención. No hay épica, solo una sensación agradable de control. Y cuando algo así encaja, ya no vuelves atrás: el Galaxy Watch suena a ti, y eso se nota.

Imágenes | Dall-E, Perplexity

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