Encendemos la tele, elegimos una serie y nos olvidamos de todo… hasta que la conexión flojea y aparecen bloques, banding o ese "filtro vaselina" que mata el detalle.
En los últimos modelos de Samsung, la IA del procesador de imagen trabaja justo ahí: no sólo mejora el vídeo, sino que permite comprimir mejor y sacar más calidad con menos ancho de banda, de forma que la experiencia aguante incluso cuando la red de casa va justa.
La compresión no es el enemigo (si está bien hecha)
Para que una plataforma pueda enviarte 4K, necesita reducir datos a lo bestia. Ese recorte introduce artefactos: bordes que tiemblan, texturas lavadas, ruido en sombras.
La clave no es "quitar compresión", sino hacerla más inteligente y reconstruir lo perdido al reproducir. Ahí entra la inteligencia artificial: aprende patrones de imagen (caras, piel, césped, tipografías) y detecta qué partes del fotograma necesitan más mimo y cuáles admiten recorte sin que el ojo lo note.
Qué hace la IA del televisor mientras ves la serie
En el lado del televisor, el procesador Neural de Samsung analiza cada escena en tiempo real y aplica varias capas:
- Resolución guiada por redes neuronales para recuperar microdetalle en pelo, tejido o vegetación.
- De-blocking y de-banding para suavizar bloques y bandas de color típicos de bitrates bajos.
- Detección de bordes y contornos que refuerza líneas finas (tipografías, UI de los menús, rótulos).
- Gestión temporal: compara fotogramas consecutivos para reconstruir información sin inventar ruido ni halos.
- Nitidez perceptual y mapeo de texturas que evita el "over-sharpen" y respeta la piel.
El resultado práctico: un stream que quizá viaja a menos megabits por segundo mantiene detalle y estabilidad muy por encima de lo que esperarías a ese bitrate.
Donde más se nota: fútbol, acción y noches oscuras

Cuando el códec aprieta, el césped se convierte en una sopa verde y los fondos oscuros en bloques. Con la IA activada, el césped recupera textura, las camisetas no dejan estelas y los negros ganan gradaciones limpias. En escenas rápidas, la reconstrucción temporal ayuda a que los contornos no "respiren"; en cine oscuro, el de-banding evita los cielos a franjas.
Menos ancho de banda en casa, más margen para todo
Si la tele trabaja mejor con bitrates modestos, la red doméstica sufre menos. Eso se traduce en menos tirones cuando alguien sube archivos a la nube o juega online mientras tú ves una peli. No hace falta tocar la instalación: la eficiencia perceptual permite que el streaming "rinda" más con la misma conexión.
Ajustes que ayudan sin complicarte la vida
Activa el modo de imagen que prioriza el procesamiento de IA del televisor (las gamas recientes lo incluyen por defecto en los perfiles de cine). Usa conexión por cable si puedes; si vas por WiFi, mejor la banda de 5 GHz. Y deja el suavizado de movimiento en un nivel bajo o personalizado para no introducir artefactos que la IA luego tenga que corregir.
Con catálogos cada vez más pesados (HDR, HFR, 4K e incluso 8K), optimizar el bit por fotograma no es un capricho, es el plan. La IA en los televisores Samsung hace de intérprete entre lo que comprime la plataforma y lo que ve tu ojo: menos datos por la red, más calidad en pantalla. Y todo sucede en silencio, sin menús raros ni ajustes crípticos: tú das al play y la imagen aguanta.
Imágenes | Dall-E
En Territorio Samsung | Con este truco vas a poder sacarle todo el jugo a tu Samsung QLED y conseguir una mejor experiencia visual
En Territorio Samsung | La mejor experiencia visual te la dan los modos HDR y HDR+. Cómo activarlos en tu Smart TV Samsung
Ver 0 comentarios