Manuel Naranjo
EditorEn casa, el volumen de la tele siempre ha sido tema sensible: yo necesito subir un poco para entender bien los diálogos y, a los dos minutos, alguien me mira con cara de “¿puedes bajarlo?”.
Ese tira y afloja se acabó el día que probé una función que tenía delante de las narices y nunca había usado: Bluetooth Audio Dual en mi tele Samsung. No es una novedad “para lucir”, es de esas cosas que arreglan un problema cotidiano y te cambian la rutina sin hacer ruido.
Lo que hace, en la práctica
La idea no tiene misterio: la tele se conecta a dos auriculares Bluetooth a la vez y envía el audio a ambos. Cada persona ajusta su volumen desde sus cascos y listo.
No hay regateo con el mando, no hay discusiones a media película. En mi salón lo usamos así: yo con mis auriculares (unos Galaxy Buds3 Pro) algo más altos para captar las voces, y al lado alguien que prefiere el sonido suave. La gracia es que la sincronización con la imagen se mantiene fina; nada de desfases molestos que te saquen de la serie.
Cómo di con ello
Lo descubrí por casualidad, buscando no despertar a nadie. Entré en Ajustes de sonido, seleccioné la salida Bluetooth y añadí mis cascos.
Al volver a “Dispositivos emparejados” vi que podía sumar un segundo. Emparejé los de mi pareja, probamos un capítulo y… silencio absoluto en el piso, cero quejas, todo en su volumen. Desde entonces, es nuestro modo nocturno. Si hay partido, concierto o maratón de peli larga, la convivencia lo agradece.
Menos ruido, más libertad
No es solo una cuestión de no molestar. También es comodidad. Si alguien se echa una siesta, puedo seguir con mi peli sin poner la casa en mute. Si necesito máxima concentración (subtítulos, VO, documentales con narración baja), me pongo mis auriculares y ya está. Incluso lo uso cuando quiero escuchar música desde la tele sin llenar el salón: conecto mis cascos, dejo la pantalla con un salvapantallas y me olvido de los altavoces.
Consejos rápidos que me han servido
Después de unas semanas dándole caña, hay pequeños trucos que marcan la diferencia:
- Empareja una vez y olvídate. Deja los dos cascos guardados en la tele; así, al encenderlos, se conectan solos.
- Prioriza auriculares con buen aislamiento. No hace falta un ANC de locos, pero un sellado decente ayuda a mantener volúmenes más bajos sin perder claridad.
- Cuida el equilibrio de la tele. Si algún día vuelves a altavoces, ten un modo de sonido “limpio” (Cine o Estándar) para no desvirtuar diálogos.
- Recarga a turnos. Cuando uno se queda sin batería, el otro sigue escuchando y vosotros no paráis la sesión.
¿Hace falta ser experto? Para nada
No hay que meterse en menús raros ni instalar nada. Es entrar en sonido, activar Bluetooth, emparejar dos cascos y usar. Si tu tele Samsung es relativamente moderna, lo normal es que lo tenga. Y si te preocupa el retardo, en mi experiencia el labio-audio va clavado. Si algún día notas algo raro, reconectar los cascos suele bastar para que vuelva a su sitio.
Una función de las que se quedan
Nos venden pantallas más grandes, más brillantes y con IA por todos lados. Todo bien. Pero al final, lo que te hace quedarte con una tele es que se adapte a la vida real. Bluetooth Audio Dual es eso: una solución sencilla a un problema cotidiano. Desde que lo uso, el ritual de ver algo juntos es más fácil. Cada uno con su volumen, sin pisarnos, sin molestar. Y cuando termina el capítulo, nadie tiene dolor de cabeza ni sensación de “no he oído nada”.
Esta opción aparece mucho en anuncios, pero en mi lista personal de funciones útiles ya está en el top. Si en tu salón también hay debate de decibelios, merece la prueba. Es de esas pequeñas cosas que no deslumbran… pero se notan.
Imágenes | Dall-E, Perplexity
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