Samsung ha vuelto a mover ficha y esta vez lo hace con intención de dejar huella. Su nuevo procesador, el Exynos 2500 (que podría verse en el próximo Unpacked de julio) no es uno más en la lista: es la forma que tiene la marca de decir que la inteligencia artificial ya no tiene por qué depender de una conexión. Ahora, todo ocurre dentro del propio móvil. Y aunque suene técnico, este giro cambia bastante la forma en la que vamos a usar el teléfono en el día a día.
Inteligencia artificial sin subir a la nube
Hasta no hace tanto, si querías sacarle partido a la inteligencia artificial en el móvil, necesitabas estar conectado. El teléfono recogía la información y la mandaba fuera, a servidores remotos que se encargaban del trabajo pesado.
Eso ya es historia. Con el Exynos 2500 (construido en 3 nanómetros), mucho de ese proceso ocurre dentro del propio dispositivo. Este chip tiene potencia de sobra (es capaz de mover hasta 59 billones de operaciones por segundo) y mejora en un 39 % el rendimiento respecto a la generación anterior. Pero lo más importante es que ya no hace falta enviar nada a ningún sitio: todo se queda en tu móvil.

La gracia del asunto está en el corazón del chip, su NPU (vamos, la parte que se encarga de toda la inteligencia artificial). Es la que permite que edites fotos de forma casi mágica, que el asistente te entienda sin rodeos o que el desbloqueo con tu cara funcione al instante. Y lo mejor es que todo eso ocurre dentro del móvil, sin mandar nada fuera. Menos tiempo esperando, más privacidad para ti y una experiencia mucho más fluida.
Todo esto, en el día a día, se nota. Nos referimos a ediciones de vídeo más rápidas, fotos que se ajustan solas en tiempo real, desbloqueos que no fallan y asistentes que no necesitan repetir lo que les dices tres veces. Esas pequeñas cosas que hacen que usar el móvil sea más cómodo, más ágil y más seguro. Además, al no tener que enviar datos a la nube constantemente, el teléfono consume menos energía en esos procesos, (además de no consumir datos de nuestra tarifa, claro).
Más potencia para el nuevo chip

Con este chip, Samsung busca competir de tú a tú con Qualcomm y Apple, dos marcas que han dominado la gama alta durante años. Y lo hace apostando por una arquitectura que prioriza la eficiencia, la seguridad y un uso realista de la inteligencia artificial.
En lo técnico, el Exynos 2500 no se queda corto. Monta una CPU de diez núcleos que promete potencia de sobra para cualquier aplicación y viene acompañado de una GPU Xclipse 950, desarrollada en colaboración con AMD. Esta gráfica ofrece compatibilidad con trazado de rayos acelerado de hardware y puede gestionar pantallas 4K a 120 Hz.
También es compatible con cámaras de hasta 320 megapíxeles y puede grabar en resolución 8K a 30 fps. Soporta módulos RAM LPDDR5X y unidades UFS 4.0, dos estándares presentes en la gama más premium.
Tiene compatibilidad con redes 5G NR al incorporar el modem Exynos 5400. También tiene soporte para Bluetooth 5.4, USB-C 3.2 y posicionamiento GNSS.
Con este chip, la marca coreana se coloca en una posición mucho más competitiva y, sobre todo, más alineada con lo que espera el usuario actual. Un usuario que quiere potencia, sí, pero también confianza en que su información está bien protegida.
Imágenes | Samsung
En Territorio S | One UI 7 añade funciones exclusivas a los Galaxy Z Fold. Samsung quiere aprovechar al máximo la pantalla del plegable tipo libro
En Territorio S | El titanio y el Gorilla Glass Ceramic 2 son los materiales que han hecho posible un diseño como el del Galaxy S 25 Edge
Ver 0 comentarios