Samsung se ha atrevido a enseñar al público su teléfono tri-plegable, y no como un render perdido en una keynote, sino en una exhibición donde por primera vez pudo verse el dispositivo en manos reales.
Desplegado, parece una pequeña tableta con formato horizontal muy ancho; plegado, recuerda a un móvil con pantalla de cubierta utilizable. No es un Fold “más”: es un concepto que inaugura otra categoría dentro de los plegables de la casa.
Doble bisagra, tres paneles y un orden de plegado peculiar
La clave está en el chasis de tres paneles y dos bisagras. Las animaciones internas de One UI 8 ya habían detallado un diseño de doble bisagra con un panel derecho que se superpone por encima y un orden de plegado concreto para no forzar el conjunto.
Ese patrón encaja con lo que se ha mostrado ahora en vivo, consolidando la idea de un cuerpo en “tres tercios” pensado para alternar entre teléfono, mini-tablet y un modo intermedio para productividad. La sensación que transmite al abrirse es de lienzo ancho, más panorámico que el Fold tradicional, lo que invita a pensar en vídeo, lectura y multitarea a pantalla partida.
La experiencia: de la pantalla a One UI
Lo interesante no es sólo la mecánica, sino cómo se comporta el software cuando hay tres superficies en juego. Desde hace semanas, se apunta a una interfaz capaz de colocar tres apps reales en paralelo con separación cómoda y a mantener “tres escritorios” que se reflejan entre exterior e interior con un gesto.
Sumado a los gestos de continuidad entre paneles, el TriFold aspira a que abrir y cerrar no sea un truco, sino una forma natural de cambiar de contexto sin reconfigurar cada app. En esa misma línea, se espera que venga con carga inalámbrica Qi2 enfocada al panel con cámaras y de instrucciones específicas para pagos NFC, detalles pequeños que revelan un trabajo fino de integración.
Precio, tirada y a quién va dirigido
Que nadie espere un lanzamiento masivo ni barato. Las estimaciones más consistentes sitúan el precio en torno a los 3.000 dólares y hablan de una primera tirada muy contenida, en la horquilla de 50.000 unidades, suficiente para abrir territorio sin asumir el riesgo de un volumen gigante.
¿Qué aporta frente a un plegable “libro”?
El Fold7, por ejemplo, te da un folio vertical para leer y trabajar; el TriFold promete un lienzo horizontal más parecido a una tablet apaisada. Ese cambio en la relación de aspecto encaja mejor con vídeo, edición en timeline, hojas de cálculo anchas y gestores de correo con tres columnas.
Si One UI cumple lo prometido, lo bueno no estará en que “se abre en tres”, sino en que todo fluye con naturalidad: contestas un mensaje en la cubierta, abres como libreta para revisar un documento y, si necesitas comparar, despliegas del todo y colocas tres ventanas con espacio real entre ellas. La bisagra doble introduce más puntos de desgaste, sí, pero también un nuevo equilibrio entre compacidad y superficie útil que ningún plegable tipo libro consigue.
Por ahora, el primer vistazo público y las piezas de software filtradas apuntan a un producto más maduro de lo que suele ser un prototipo de feria. Si Samsung clava durabilidad y pulido de One UI, el TriFold puede inaugurar el ciclo en el que un móvil deja de “parecer” una tablet para serlo, cuando quieres, sin perder lo que ya te funciona en el día a día.
Imágenes | Chosun
En Territorio S | YouTube Kids ha desaparecido pero los padres van a seguir teniendo el control
En Territorio S | Antes de vender teléfonos, Samsung vendía fideos: este es el origen del éxito de la mayor empresa de telefonía Android
Ver 0 comentarios