Manuel Naranjo
EditorLa casa conectada lleva años prometiéndose, pero lo que Samsung ha enseñado ahora empieza a parecerse a algo real: un hogar que se monta por módulos, llega con la inteligencia integrada y, desde el primer día, coordina electrodomésticos, sensores, climatización y energía sin que tengas que domar mil apps. No es una “demo de bombillas”, es una vivienda que nace pensada para funcionar como sistema.
Qué es exactamente y de dónde sale
Samsung ha presentado en Corea, junto a la corporación pública LH, una solución de vivienda modular con AI Home (sobre SmartThings) que se mostrará en la feria Smart Construction, Safety & AI Expo 2025. La idea no es “poner gadgets” a una casa, sino diseñar la casa para que todo (electrodomésticos con IA, sensores, cerraduras, iluminación, HVAC, ventilación y gestión energética) hable el mismo idioma desde el primer minuto.
Del “tengo domótica” al “mi casa opera en piloto asistido”
La diferencia clave está en el origen: aquí la integración es nativa. El resultado práctico es menos fricción y menos dependencias raras entre marcas. Módulos prefabricados, cableado y topología pensados para que el ecosistema funcione en conjunto y pueda actualizarse sin obras.
En la demo, la vivienda se articula en cinco espacios (entrada, cocina, salón, dormitorio y zona de lavado) con rutinas y automatismos que se activan solos cuando entras, te vas o cambian las condiciones ambientales.
Las cuatro patas que sostienen el concepto
Samsung resume su promesa en cuatro valores: facilidad, ahorro (tiempo y energía), cuidado (salud y bienestar) y seguridad. No es eslogan vacío: hay funciones concretas detrás, desde acceso con cerradura inteligente y avisos de anomalías, hasta ventilación y climatización que se ajustan para optimizar consumo y confort. El objetivo es que la inteligencia artificial esté presente sin hacerse notar, y que el usuario sienta que la casa “fluye” con su rutina diaria.
Pensada para hogares de 1–2 personas, pero con ambición global
La instalación mostrada está orientada a viviendas compactas (51 metros cuadrados en el montaje de LH), una escala que permite controlar variables y pulir la experiencia.
Aun así, Samsung habla de expandir el modelo a otros mercados y escenarios, tras un primer asomo en IFA 2025. Ese camino internacional no es menor: cuanto más diverso el parque de viviendas, más importante será que la solución modular demuestre que escala sin perder fiabilidad.
Ejemplos que aterrizan la promesa
Map View para ver y controlar de un vistazo todo el hogar; rutinas de descanso que ajustan luces y aire; avisos coordinados si hay humo o una fuga; electrodomésticos “AI Bespoke” con funciones como reconocimiento de alimentos en el frigo o apertura automática sin invocar a un asistente. Son pequeñas piezas que, juntas, hacen que la casa responda antes de que tú tengas que abrir una app.
Los peros razonables: privacidad, bloqueo de ecosistema y mantenimiento
Un sistema tan integrado refuerza el “lock-in”: cuanto más uses SmartThings, más difícil será cambiar de proveedor sin perder magia. Habrá que vigilar cómo se gestionan los datos ambientales y de hábitos, y qué parte del procesamiento se hace en local frente a la nube.
También contará la vida útil: sensores, hubs y electrodomésticos necesitan parches y piezas a lo largo de años; si Samsung quiere vender esto como “infraestructura del hogar”, deberá comprometerse con soporte y repuestos a largo plazo. Nada que invalide la idea, pero son las preguntas que cualquier comprador se haría.
Lo que significa para el usuario real
Si ya convives con productos Samsung y usas SmartThings, esto dibuja el siguiente escalón: menos bricolaje digital y más coherencia. Para quien llega de cero, la propuesta modular reduce obra, reduce configuración y anticipa rutinas sensatas desde el minuto uno. Si cumple fuera de la demo, no estaremos “poniendo domótica”, estaremos estrenando casas que vienen con sistema operativo.
SmartThings AI Modular Home no promete una casa que “habla”, sino una que entiende. Y cuando el hogar deja de ser un puzle de aparatos para convertirse en un servicio continuo, la tecnología desaparece del centro de la escena y lo que notas es, sencillamente, que se vive mejor.
Imágenes | Samsung
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