Hay días en los que el reloj corre más rápido de la cuenta. Llegas a casa tarde, con hambre y con cero ganas de ponerte a cocinar. En esos momentos, cualquier excusa es buena para acabar tirando de comida rápida o improvisar algo que apenas llena. A mí me pasaba a menudo, hasta que descubrí que el microondas Samsung que tenía en la cocina servía para algo más que calentar sobras.
Con un poco de práctica, y sobre todo conociendo los modos de cocción que integra, se ha convertido en mi aliado para preparar cenas decentes en menos de un cuarto de hora. No es magia, pero casi: con 15 minutos y algo de ingenio, lo que parecía un "hoy ceno lo que caiga" acaba siendo un plato digno y sin complicaciones.
Mucho más que calentar
Siempre había pensado en el microondas como ese aparato para recalentar la comida del día anterior. Pero los modelos actuales de Samsung dan bastante más juego. Los tiempos se ajustan bien, la potencia es precisa y los programas automáticos hacen el resto. El resultado es que puedes cocinar de verdad, sin necesidad de encender el horno ni manchar media cocina.
La pasta que nunca falla
Uno de mis recursos favoritos es la pasta exprés. Un bol con agua, sal y la pasta que tengas a mano. En unos minutos está cocida, lista para mezclar con una salsa rápida.
Puede ser un tomate frito casero, un poco de atún con aceite de oliva o simplemente queso rallado. En total, menos de quince minutos y tienes una cena caliente que nada tiene que envidiar a un plato de restaurante improvisado.
Verduras listas en un momento
Cuando busco algo más ligero, recurro a las verduras. Cortadas, con un chorrito de aceite y un poco de especias, el microondas las deja en su punto en muy poco tiempo. Es de esas recetas que agradeces después de un día largo, porque comes sano sin perder media hora delante de los fogones.
El pescado, el gran descubrimiento

Lo que más me sorprendió fue lo bien que queda el pescado. Un filete de merluza con limón, un poco de salmón con especias… en apenas unos minutos está jugoso y con sabor. La primera vez dudé, pero después de probarlo se convirtió en uno de mis platos comodín para las noches entre semana.
Los programas automáticos, un salvavidas
Aquí está la clave: los modos automáticos que incluyen muchos de los microondas Samsung modernos.
Detectan el tipo de alimento y ajustan potencia y tiempo. En la práctica significa que puedes meter el plato y olvidarte hasta que suene el aviso. Para alguien con pocas ganas de complicarse, es lo más parecido a tener un asistente en la cocina.
Al final, la diferencia está en dejar de ver el microondas como un electrodoméstico secundario. Si le sacas partido, puede convertirse en la mejor herramienta para resolver esas noches de "no sé qué cenar". Además, no tiene por qué consumir mucho, ya que hay trucos para que eso no ocurra.
En mi caso, me ha evitado más de un pedido a domicilio y me ha dado platos rápidos, ricos y sin esfuerzo. A veces, lo único que hace falta para disfrutar de la cena es tener un microondas Samsung y quince minutos por delante. Lo demás viene sólo.
Imágenes | CoPilot, Dall-E
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