Tener un horno Samsung puede ser la diferencia entre tener la cena lista cuando llegan los invitados o tenerla fría

Recibir invitados siempre es un equilibrio entre la cocina, la mesa y las conversaciones previas a la comida. En mi caso, había preparado todo con tiempo: un asado al punto, guarniciones listas y el postre esperando en la nevera.

Todo parecía ir sobre ruedas… hasta que llegó el mensaje que lo cambió todo: "Llegamos un poco más tarde". En ese momento, lo que estaba a punto de convertirse en una cena perfecta podía terminar siendo un desfile de platos tibios y sin gracia.

Fue entonces cuando recordé esa función del horno que nunca había usado en serio: Keep Warm. La había visto mil veces en el panel, pero hasta ese día no le había dado la importancia que merecía.

El dilema de cocinar con tiempo

Preparar la comida antes de que lleguen los invitados es una forma de evitar el estrés, pero también una trampa. Si terminas demasiado pronto, mantener el calor de los platos sin que se resequen o pierdan jugosidad es casi misión imposible. Recalentarlos en el microondas arruina la textura; dejarlos en el horno a temperatura alta puede pasarlos de punto.

Lo que hace especial al modo Keep Warm es que mantiene la comida a una temperatura constante, lo suficientemente alta para servirla caliente, pero sin seguir cocinándola. En otras palabras: como si el horno se convirtiera en una manta térmica para la comida.

Cómo funciona Keep Warm en los hornos Samsung

En mi horno Samsung, activar Keep Warm fue tan sencillo como pulsar el botón correspondiente una vez terminó el asado. El horno bajó automáticamente a una temperatura suave y estable, que rondaba los 60-70 grados, evitando que la carne siguiera cocinándose.

El secreto está en ese equilibrio: mantiene el calor de forma uniforme, impidiendo que la parte exterior se reseque y que el interior pierda jugos. En mi caso, el asado salió como recién hecho incluso 40 minutos después de apagar el horno. Las verduras, que estaban en una bandeja aparte, conservaron su textura sin ablandarse.

La tranquilidad de no tener que improvisar

Mientras el modo Keep Warm hacía su trabajo, yo pude dedicarme a lo que realmente importa cuando tienes gente en casa: charlar, preparar las bebidas, poner la mesa con calma. No estuve pendiente del reloj ni con el miedo de que la comida se estropeara.

Cuando finalmente llegaron los invitados, saqué los platos del horno y los serví directamente. Ni un reproche al calor, ni un "está un poco seco". Al contrario: la carne estaba jugosa, las verduras perfectas y yo había ganado tiempo y tranquilidad.

En Territorio Ese

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Aquella noche me dejó claro que el modo Keep Warm no es un extra anecdótico, sino una herramienta muy útil para quienes cocinamos en casa. No sólo es perfecta para cenas con retrasos inesperados, sino también para esos días en los que la comida está lista antes de que todos puedan sentarse a la mesa.

Ahora sé que, con Keep Warm, mi horno Samsung cocina únicamente: también cuida lo que preparo hasta el momento exacto de servirlo.

Imágenes | CoPilot, Dall-E

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