Ana Suárez
EditoraEn los últimos años, cocinar más sano sin renunciar al sabor se ha vuelto algo muy frecuente en muchos de nuestros hogares. Las freidoras de aire llegaron como la salvación para quienes aman lo comida rica pero sin aceite, y ahora los microondas Samsung con tecnología Slim Fry prometen algo similar: alimentos saludables y ligeros, pero mucho más rápido.
Si estás pensando en cuál de las dos opciones te conviene, no eres el único. Ambas parecen similares a simple vista, pero detrás tienen diferencias importantes que pueden cambiar tu manera de cocinar.
Slim Fry: el microondas que también "fríe"
La primera vez que pruebas la función Slim Fry te sorprende porque parece magia. No solo calienta la comida: combina el aire caliente con la potencia del microondas para cocinar desde dentro y dorar por fuera al mismo tiempo. ¿El resultado? Alimentos que quedan crujientes sin estar empapadas en aceite, como si estuvieran recién salidos de una freidora y con una textura increíblemente ligera.
Además, hay algo que se agradece: al ser un microondas con esta tecnología, no solo fríes “sin aceite”, también puedes recalentar, hornear y cocinar de todo en un solo equipo. Ideal si no quieres llenar la cocina de aparatos.
¿Y la freidora de aire?
Las air fryers ya son casi un clásico en muchas casas. Funcionan solo con aire caliente que circula a alta velocidad, lo que les da ese punto crujiente tan parecido a la fritura tradicional. Son geniales para los fans de las patatas, alitas o verduras asadas. Eso sí, suelen tardar un poco más que el Slim Fry, porque no tienen el refuerzo de las microondas para acelerar el proceso.
Además, su capacidad suele ser menor, por lo que, si cocinas para varias personas, tendrás que preparar la comida en tandas.
Entonces, ¿cuál es mejor?
No se trata de que una gane sobre la otra, sino de qué buscas realmente. Si quieres rapidez y versatilidad en un solo electrodoméstico, el Slim Fry es una gran opción. Es perfecto para quienes cocinan a diario, tienen poco tiempo y prefieren un equipo todo en uno.
La freidora de aire, en cambio, es para quienes disfrutan más del ritual de cocinar y quieren ese acabado ultra crujiente que solo este electrodoméstico puede lograr. Es menos versátil, pero si te encantan los fritos, buscas una opción más saludable y tienes espacio en la cocina, es difícil que te decepcione.
En realidad, mucha gente termina combinando ambas cosas: usan Slim Fry para comidas rápidas entre semana y reservan la air fryer para recetas específicas, como unas buenas alitas o unas verduras asadas al estilo casero.
Imágenes | Freepik
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