Es uno de los electrodomésticos más agradecidos de la cocina. Metes los platos sucios, pulsas un botón y, al cabo de un rato, todo reluce. O eso parece. Porque con el tiempo, empiezan los problemas: los vasos salen blanquecinos, los cubiertos dejan de brillar y los platos no acaban de quedar como esperabas.
¿Te suena? La buena noticia es que lo más seguro es que no se trate de una avería ni de que tu lavavajillas esté envejeciendo mal, sino de que, sin darte cuenta, estés repitiendo errores muy comunes al usarlo. Ahora repasamos seis fallos frecuentes que muchos cometemos a diario. Evitarlos no sólo alargará la vida del lavavajillas, sino que también cuidará mejor la vajilla y te ahorrará más de una frustración.
Índice de Contenidos (6)
Aclarar los platos antes de meterlos

Sí, suena contradictorio, pero es así. Muchos tenemos la costumbre de enjuagar los platos bajo el grifo antes de meterlos al lavavajillas, como si el aparato necesitara una ayuda previa.
El problema es que los sensores modernos de los lavavajillas Samsung detectan el nivel de suciedad del agua y ajustan el programa en función de eso. Si todo está medio limpio, usará un lavado más suave y entonces sí que puede que no limpie del todo bien. Raspa los restos grandes, pero deja algo de suciedad para que el ciclo sea eficaz.
Cargarlo como si fuera un tetris

Rellenar cada hueco hasta el límite puede parecer lo más eficiente, pero si los platos, sartenes o cubiertos están demasiado juntos, el agua no llega bien a todas las superficies. Y eso significa que muchas piezas saldrán sucias.
También hay que tener cuidado con los elementos que bloquean el brazo rociador: si no gira con libertad, el lavado pierde efectividad. Mejor menos piezas bien colocadas que más mal distribuidas.
Poner el detergente sin mirar la dureza del agua

No todo el mundo sabe que la eficacia del detergente depende de la dureza del agua. Si tiene muchas sales minerales puede dejar residuos blancos en vasos y cubiertos.
En ese caso, conviene usar sal regeneradora y ajustar el nivel de abrillantador. Algunos lavavajillas lo hacen de forma automática, pero otros requieren que lo configures tú. Consulta el manual, porque este detalle marca la diferencia.
No limpiar los filtros con regularidad

El filtro del lavavajillas no es eterno. Se encarga de recoger los restos que quedan después del lavado, y si se acumulan, pueden obstruir el sistema o hacer que el agua recircule sucia.
Lo ideal es limpiarlo al menos una vez cada dos semanas. Es tan sencillo como girarlo, enjuagarlo bajo el grifo con un poco de jabón y volver a colocarlo. No lleva más de tres minutos.
Usar siempre el mismo programa

Los ciclos eco consumen menos agua y energía, pero también lavan a temperaturas más bajas y durante más tiempo. Si lo usas con demasiada frecuencia o para utensilios muy grasientos es probable que no elimine bien la suciedad o que el interior del lavavajillas empiece a oler mal.
Alternar con un ciclo más intenso de vez en cuando ayuda a mantener el aparato limpio por dentro.
No dejar secar el interior tras cada lavado

Cuando termine el lavado, vale la pena dejar la puerta un poco abierta. No cuesta nada y, sin embargo, ayuda bastante: el vapor se disipa, el interior se seca mejor y así se evitan esos olores raros que a veces aparecen.
Además, con ese pequeño gesto, el lavavajillas respira y aguanta más tiempo en buen estado. Algunos modelos lo hacen automáticamente, pero si el tuyo no, acostúmbrate a abrirlo un poco tras cada lavado.
En definitiva, usar bien el lavavajillas no es complicado, pero requiere entender cómo funciona. Son pequeños gestos los que marcan la diferencia entre platos que realmente brillan y otros que salen como entraron.
Evitar estos seis errores no sólo te ayudará a sacarle más partido, sino que también te ahorrará dinero en reparaciones y alargará la vida útil del aparato. Porque, al final, incluso los electrodomésticos más automáticos agradecen que los usemos con un poco de cabeza.
Imágenes | FreePik AI, CoPilot, Dall-E
En Territorio S | YouTube Kids ha desaparecido pero los padres van a seguir teniendo el control
En Territorio S | Antes de vender teléfonos, Samsung vendía fideos: este es el origen del éxito de la mayor empresa de telefonía Android
Ver 0 comentarios