Hay funciones que pasan delante de tus ojos cada vez que abres el panel y, aun así, no las tocas. Con Auto Detergent Calibration me pasó eso: convivía con el botón desde hacía meses.
Lo activé por probar y, desde entonces, mi lavadora Samsung dosifica mejor, la ropa sale más “limpia de jabón” y el depósito tarda más en vaciarse. No es magia: es ajustar el grifo justo donde importa.
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Lo que realmente hace (y lo que no)
La calibración no “mejora” el detergente (es importante saber elegir cuál te va mejor) ni cambia el programa: enseña al dosificador automático cuánta cantidad real debe dispensar según flujo y densidad.
Cada marca (y cada garrafa) tiene su textura; el sistema ajusta el tiempo de bombeo para que la dosis coincida con lo que el tambor necesita. No esperes milagros si usas cápsulas o dosificación manual: sólo afecta al depósito automático.
Cómo la activé y qué pasó minuto a minuto
En mi modelo, la opción aparece en Mantenimiento > Calibración del detergente (también se puede iniciar desde SmartThings).
El proceso se realiza sin colada, con el tambor vacío y puertas cerradas. Tarda unos cinco o seis minutos. Se oye un zumbido corto del dosificador, entra una pizca de agua, el sistema “mueve” el producto y hace varios microajustes.
Al terminar, muestra un OK y guarda el perfil. No hay que medir nada; simplemente dejas que aprenda.
Cambios que noté en el día a día
Lo primero fue visual: menos espuma en ventanilla y aclarados más limpios. Con tejidos oscuros ya no veo “velos” de jabón al estirar la prenda. Las toallas salen menos rígidas y el tambor mantiene un olor neutro (antes, a los días, aparecía un aroma dulzón raro).
En números caseros: mi depósito de más o menos 1 litro duraba algo más de tres semanas con el uso que le doy (tres coladas por semana de 40 °C y una de 60 °C). Ahora el ahorro se nota en tiempo y en garrafa.
Cuándo conviene repetir la calibración
Cada vez que cambio de marca o formato (gel más denso, hipoalergénico, concentrado) yo repito el proceso. También si llevo semanas sin usar la dosificación automática o si limpié a fondo el cajetín.
Si tiro de medida manual (vasito en el tambor), esta función no pinta nada; y con cápsulas tampoco aplica.

Pequeños trucos que me funcionaron
- Agita la garrafa antes de rellenar el depósito: evita capas densas en el fondo.
- No mezcles restos de detergentes distintos: cambian la densidad y confunden al sistema.
- Pasa un paño al pico del depósito y al sensor del cajetín de vez en cuando; el jabón seco engaña.
- Tras calibrar, haz una colada de toallas: son agradecidas para “asentar” la dosificación.
- Si eres de apuntarlo todo, marca con un rotulador el nivel del depósito el día 1: verás el consumo real.
Límites razonables y expectativas
La calibración no arregla un exceso de detergente si tienes el agua muy dura y no ajustas la carga; tampoco puede con coladas imposibles (barro + aceite + suciedad muy vieja). Ayuda a no pasarte con la dosis, que es justo donde solemos fallar por costumbre. Y, sí, a 20 °C el jabón rinde distinto que a 40 °C: el sistema afina, pero la temperatura manda.
Auto Detergent Calibration es el típico ajuste que no sale en ningún anuncio y, sin embargo, cambia la experiencia. Desde que lo activé, gasto menos producto y el aclarado es más limpio, que es justo lo que quiero. Si tu modelo trae depósito automático, dedicarle cinco minutos a esta calibración es de lo más rentable que puedes hacer.
Imágenes | Dall-E con edición
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