HOY SE HABLA DE

La forma de acabar con la suciedad de tu microondas es muy sencilla: imitar la función estrella de los hornos modernos

El vapor generado con agua y limón dentro del microondas ablanda la suciedad reseca y elimina los olores sin necesidad de productos químicos

microondas Samsung
Sin comentarios Twitter Flipboard E-mail
manuel-naranjo

Manuel Naranjo

Editor

El microondas es ese compañero fiel que calienta el café de media tarde o descongela a la carrera. Justo por lo mucho que lo usamos, se llena de salpicaduras, vapores y migas que no sólo afean: también huelen, bajan el rendimiento y pueden acortar la vida del aparato. Mantenerlo al día no es postureo de limpieza; es cocinar más seguro, gastar menos energía y evitar sustos.

Lo que ocurre cuando lo dejamos “para mañana”

Con el uso, los restos se resecan y se pegan a paredes y techo. Esa capa altera cómo rebotan las microondas y la comida se calienta a trompicones: bordes ardiendo, centro templado. 

Si además hay manchas carbonizadas, sube el riesgo de chispazos. Los olores se quedan atrapados y pasan al plato siguiente, y la rejilla de ventilación puede llenar de grasa el flujo de aire, obligando al motor a trabajar más. La guinda: si el interior es un festival de gérmenes, hay más papeletas para contaminación cruzada.

“Pirólisis” casera: ablanda primero, limpia después

La idea es sencilla: generar vapor para despegar la suciedad sin frotar, como si no hubiera un mañana. Funciona porque el vapor hidrata los restos resecos y los vuelve manejables. 

Antes de nada, desenchufa para limpiar por fuera con calma y retira el plato giratorio y su aro: al fregadero con agua templada y unas gotas de lavavajillas. Evita estropajos metálicos en el interior; un paño de microfibra hace el trabajo sin rayar.

Truco del limón paso a paso

limón en un microondas Samsung
  • En un bol apto para microondas, agua hasta la mitad y medio limón exprimido (puedes echar también las mitades).
  • Calienta a máxima potencia 3 minutos, o hasta ver buena cantidad de vapor.
  • Deja reposar 3–5 minutos con la puerta cerrada para que el vapor haga su magia.
  • Abre con cuidado, retira el bol y pasa un paño suave por paredes, techo y base. La suciedad debería salir sin resistencia.
  • Aclara con un trapo apenas humedecido y seca. Vuelve a colocar el plato y el aro limpios.
  • Deja la puerta entreabierta un rato para ventilar.

El limón neutraliza olores y aporta un plus desengrasante. Si hay una mancha rebelde, repite el ciclo: es más rápido que frotar a lo loco.

Alternativa con bicarbonato

Si no hay limón, el bicarbonato cumple de sobra. Disuelve una cucharada sopera en un bol con agua, calienta igual que antes y procede del mismo modo. Además de ablandar la suciedad, ayuda a neutralizar el olor persistente. Para marcas puntuales, haz una pasta densa (bicarbonato + unas gotas de agua), aplica con el paño, espera un minuto y retira.

Exterior, puerta y detalles que marcan la diferencia

El panel y la maneta se limpian mejor con un paño ligeramente humedecido en agua templada y una gota de jabón neutro. Si usas limpiador, pulveriza sobre el paño, nunca sobre el aparato, para evitar que entre líquido por las rendijas. 

La junta de la puerta suele acumular grasa: pasa un bastoncillo o un cepillo pequeño. Revisa también la rejilla de ventilación; si ves pelusa y grasa, aspira con boquilla fina y repasa con el paño. Un último gesto que ayuda mucho: tras cada uso “movidito”, pasa una servilleta por las salpicaduras recién hechas. Son diez segundos que evitan una limpieza profunda luego.

Mantenerlo a raya sin volverse loco

Con una rutina semanal de cinco minutos basta: ciclo de vapor (limón o bicarbonato), repasito con microfibra, plato al fregadero y puerta abierta para que seque. Si cocinas algo muy oloroso, añade un ciclo corto extra. 

Notarás el interior más fresco, el calentado más uniforme y el ventilador trabajando más relajado. Y lo mejor: sin químicos agresivos, sin frotar en exceso y con resultados que se ven y se huelen.

En limpieza, ganar constancia vale más que una sesión maratoniana. Un poco cada semana y tu microondas seguirá cumpliendo como el primer día.

Imágenes | Perplexity

En Territorio S | Estos sencillos trucos me dieron la solución para cuando mi lavavajillas Samsung no seca bien los platos

En Territorio S | Ser un fanático de la limpieza no es algo bueno: los científicos explican por qué una casa demasiado limpia puede ser perjudicial



Inicio