DuraFin, el secreto de Samsung para que sus aires acondicionados duren años y años funcionando como el primer día

El intercambiador de calor es la parte que permite al aire acondicionado refrescar la estancia. DuraFin lo protege: por eso es tan importante

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Manuel Naranjo

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Cuando compras un aire acondicionado, lo que primero que te importa es que enfríe rápido, que no haga ruido y que no dispare la factura de la luz. Pero lo que casi nunca se tiene en cuenta es cómo van a aguantar sus piezas internas con el uso diario: humedad, polvo, cambios de temperatura…

Samsung ha ido mejorando sin llamar la atención uno de esos detalles importantes gracias a lo que se denomina DuraFin. Este recubrimiento protege el intercambiador de calor, una pieza fundamental del sistema. No es algo que se note al principio, pero con el tiempo marca la diferencia.

Un escudo frente al desgaste que nadie ve

El intercambiador de calor es clave en cualquier aire acondicionado. Es la parte que permite que el equipo "coja" el calor del ambiente y lo expulse al exterior, dejando la estancia fresca.

Pero está expuesto a todo: humedad, sal del ambiente si vives cerca del mar, polvo y hasta pequeños residuos que se cuelan en el sistema. Sin protección, esa pieza acaba corroyéndose o acumulando suciedad que impide que funcione bien.

Ahí es donde entra DuraFin. No es un nombre comercial sin más: se trata de un revestimiento anticorrosivo reforzado, aplicado sobre el intercambiador, que actúa como barrera frente a los elementos. Es más resistente a la oxidación que otros recubrimientos estándar, lo que se traduce en menos mantenimiento, menos fallos a medio plazo y una vida útil más larga del aparato.

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Rendimiento constante, incluso con el paso del tiempo

Uno de los problemas que suele aparecer en aires acondicionados con años de uso es que, aunque enciendan bien y parezcan funcionar, ya no enfrían como antes. En muchos casos, el motivo está en que el intercambiador ha perdido eficacia: se ha deteriorado o ha acumulado residuos que dificultan el intercambio térmico.

Con DuraFin, ese proceso de deterioro se ralentiza de forma notable. Al conservarse mejor el intercambiador, el equipo sigue rindiendo como el primer día durante más tiempo. No se trata sólo de que "dure más", sino de que mantenga su eficiencia, sin consumir más electricidad ni forzar el compresor innecesariamente.

Puede que al principio no repares en que tu aire acondicionado tiene este recubrimiento. Pero al cabo de unos veranos (cuando el calor aprieta y el equipo responde sin problemas), ese tipo de detalles marcan la diferencia. DuraFin no se ve ni se oye, pero está ahí, protegiendo lo que importa. Al fin y al cabo, elegir el aire acondicionado perfecto es clave para todo.

Imágenes | Dall-E, CoPilot

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