A más de uno nos ha pasado: sacas del tambor una camiseta que te encanta y la escena no es la que esperabas. La prenda ha encogido, ha salido con bolitas o incluso se ha deformado sin remedio. Lo peor es que habías elegido el programa para prendas delicadas, convencido de que era la opción más segura. Pero a veces, ni siquiera ese ajuste salva a la ropa más delicada.
La culpa no es del programa. Aunque muchas lavadoras modernas (como las de Samsung) vienen con ciclos específicos para prendas sensibles, hay pequeños gestos durante el lavado que pueden marcar la diferencia y que solemos pasar por alto.
¿Es realmente tan infalible el programa delicado?
La idea detrás de este tipo de ciclos es bastante lógica: reducir el roce entre las prendas, bajar la temperatura del agua y evitar centrifugados intensos.
En el caso de Samsung, eso se traduce en movimientos del tambor más pausados, ciclos algo más cortos y una temperatura que rara vez supera los 30 °C. Pero confiar ciegamente en eso puede no ser la solución.
No basta con pulsar un botón y olvidarse. Detalles como el tipo de tejido, cómo introduces la ropa en el tambor o el detergente que usas, tienen un papel fundamental. A veces, por no pensar en ello, acabamos lamentándolo cuando vemos cómo ha quedado esa blusa de seda que tanto cuidábamos.

Los rivales silenciosos
Aunque el tambor se mueva con suavidad, la fricción entre prendas sigue estando ahí. Si juntas una camisa fina con una prenda con cremalleras, botones metálicos o una toalla de esas que parecen papel de lija, las probabilidades de que salga dañada son bastante altas.
También hay tejidos (como algunas sudaderas o mantas) que sueltan pelusa y terminan pegándose a la ropa más ligera.
Otro detalle que suele pasarse por alto es el centrifugado. Aunque sea suave, no todas las telas lo toleran igual de bien. Algunas se deforman o acaban con arrugas que no hay plancha que quite. Y sí, las lavadoras Samsung permiten ajustar las revoluciones e incluso eliminar el centrifugado, pero muchas veces dejamos la configuración por defecto y luego vienen los disgustos.
Trucos sencillos para cuidar la ropa sin tener que lavarla a mano
Por suerte, no hace falta volver al barreño y al jabón de toda la vida para evitar estas catástrofes. Hay formas muy simples de proteger tus prendas más delicadas y seguir usando la lavadora con total tranquilidad:
- Utiliza bolsas de rejilla para lavar ropa como la lencería, prendas con encajes o tejidos especialmente finos. Ayudan muchísimo a evitar roces innecesarios.
- No te limites a separar la colada por colores: agrúpala también por tipo de tejido. Meter una blusa delicada junto con un vaquero grueso es jugársela.
- Revisa la velocidad del centrifugado antes de empezar. Si una prenda es muy sensible, bájala al mínimo o quítala directamente.
- El detergente importa. Algunos productos genéricos son demasiado agresivos para tejidos delicados. Busca fórmulas específicas o suaves.
- Si tu lavadora es Samsung y está conectada a SmartThings, echa un vistazo a sus recomendaciones: la app suele sugerir configuraciones personalizadas para cada tipo de colada.
Imágenes | Freepik AI
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