YouTube ha enseñado sus cartas para el próximo año y la jugada es clara: menos fricción para crear, más datos útiles para decidir y nuevas vías para enganchar a la audiencia.
En su cuarto Made on YouTube, la plataforma ha puesto la inteligencia artificial en el centro, no como adorno, sino como atajo real para que un creador pase de la idea al vídeo con menos pasos y, sobre todo, con más control sobre qué funciona y por qué.
Shorts con IA: del chispazo al clip
El formato corto gana herramientas pensadas para acelerar el flujo creativo. La integración rápida con Veo 3 apunta a recortes y composiciones en segundos, útil para quien vive del vídeo ágil.
A eso se suma edición de primeros borradores generada por IA y Speech to Song, que convierte diálogos de vídeos elegibles en pequeñas bandas sonoras listas para un Short; detrás, YouTube usa el modelo musical Lyria 2 para esa transformación. Ideal para surfear tendencias sin pasar por un DAW, aunque obliga a vigilar la línea entre agilidad y “plantilla”.
Un estudio que te responde: Ask Studio, A/B y doblaje con labios sincronizados
El nuevo Ask Studio convierte YouTube Studio en una mesa de charla con tu canal: preguntas en lenguaje natural y respuestas accionables sobre rendimiento, comunidad o ideas de contenido.
Junto a ello, llegan las pruebas A/B de títulos (y el empuje a testear miniaturas), un arma para afinar CTR sin tirar de clickbait si se usa con cabeza.
Y el doblaje automático con sincronización labial sube varios enteros: traducir y alinear boca y audio abre puertas a nuevos mercados sin regrabar, algo que puede cambiar por completo la distribución multilingüe de un mismo vídeo.
El podcast encuentra su vídeo
Para quien sólo graba audio, YouTube propone cerrar la brecha: generar vídeo a partir de un podcast y crear clips/Shorts con IA que saquen lo mejor del episodio sin editar a mano.
Es una palanca directa para descubrimiento: piezas cortas que empujan al largo, con formatos que se pueden programar y replicar semana tras semana. En la práctica, menos horas delante del editor y más tiempo en el guion y la producción.

Música, fans y compras: el círculo se completa
En el frente musical, los usuarios podrán guardar un álbum o single antes del lanzamiento y seguir una cuenta atrás, mientras los artistas ganan vías para premiar a sus fans más fieles dentro del propio YouTube.
Comercialmente, el terreno de marcas y compras se vuelve más directo, con integraciones que simplifican patrocinios y etiquetado de productos, especialmente en Shorts: menos correos, más operaciones desde la propia plataforma. La lectura es obvia: YouTube quiere ser el sitio donde creas, publicas, analizas y vendes sin salirte del ecosistema.
Lo importante no es la demo, sino el despliegue
Como siempre, parte de estas funciones llegan de forma gradual, con tests limitados por regiones. Ask Studio irá llegando en las próximas semanas y el doblaje con sincronización labial todavía se está probando en un grupo acotado de creadores. La tendencia, en cualquier caso, es nítida: menos tiempo perdido en tareas mecánicas, más foco en la historia, y herramientas de optimización que premian al que experimenta con método, no al que “acierta por intuición”.
En resumen, Made on YouTube 2025 no es sólo una lista de funciones; es un cambio en el reparto del tiempo del creador, algo que nos favorece a nosotros también como espectadores. Cuantas más posibilidades, más calidad de contenidos.
Imágenes | Dall-E con edición
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