Qi 2.2 ya es oficial y lo cierto es que trae bajo el brazo una mejora que merece la pena. El nuevo estándar eleva la carga inalámbrica hasta los 25 W, un salto discreto en apariencia, pero que se deja notar en el uso diario.
No hace falta reinventar nada ni cambiar la forma en la que usamos nuestros dispositivos: sigue siendo tan simple como dejar el móvil sobre la base, pero ahora con tiempos más cortos y sin renunciar a la comodidad que ha hecho de esta tecnología una de las favoritas entre los usuarios.
Más potencia sin renunciar a la simplicidad
Hasta ahora, la carga inalámbrica mediante el estándar Qi se había quedado anclada en los 15 W que ofrecía la versión 2.0. Con Qi 2.2, la cosa mejora: el nuevo límite sube a 25 W y, lo más interesante, lo hace sin depender de marcas concretas ni soluciones propietarias. Se trata de un estándar abierto, pensado para que cualquier fabricante pueda aprovecharlo sin renunciar a la compatibilidad entre dispositivos ni reinventar la rueda.
Lo bueno de esta actualización es que no hace falta cambiar la forma de usar la carga inalámbrica. Sigue siendo tan sencilla como siempre: dejas el móvil sobre la base… y listo. Lo que cambia es lo que ocurre por dentro. La nueva potencia permite cargar más rápido.
Además, este salto técnico responde a una necesidad real. Según el propio consorcio que define los estándares Qi, la principal demanda de los usuarios es, precisamente, que la carga inalámbrica sea más rápida. Tiene sentido: hoy usamos el móvil para todo, y cada minuto que pasa enchufado (o en este caso, sobre una base) cuenta.

Y Samsung, como siempre, bien posicionada
Aunque aún no se ha confirmado qué marcas adoptarán primero Qi 2.2, ya se sabe que varios fabricantes Android están trabajando en ello. Y si miramos el historial, Samsung no sólo forma parte del consorcio que define el estándar, sino que además ha sido de las más comprometidas con la carga inalámbrica desde hace años.
Es más que probable que sus próximos Galaxy lleguen ya preparados para aprovechar esta nueva velocidad, sobre todo teniendo en cuenta que Samsung cuida mucho la experiencia en todo su ecosistema. No hablamos únicamente de móviles: los Galaxy Watch, los Galaxy Buds… todos pueden beneficiarse de una carga más ágil y universal.
Carga rápida sin líos entre marcas
Otro detalle que no es menor: al estar dentro de un estándar abierto, Qi 2.2 garantiza compatibilidad entre dispositivos y accesorios de distintas marcas, siempre que estén certificados. Eso significa que no te verás obligado a usar cargadores específicos ni depender de una marca concreta. La idea es que puedas usar tu base de carga para varios dispositivos, sin miedo a que no funcione o a que la carga sea lenta por falta de soporte.
Aunque 25 W suenen muy bien, la realidad es que hay marcas (especialmente en China) que llevan tiempo probando cifras mucho más altas, incluso hasta los 50 W. Pero hacerlo dentro de un estándar global, seguro y abierto es otra historia. Qi 2.2 marca ese camino: más velocidad, sí, pero sin complicaciones.
Imágenes | Dall-E
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