La Slim Fit Camera se acopla magnéticamente al televisor Samsung y permite realizar videollamadas con una imagen nítida y un sonido natural
La primera tarde que la monté coincidió con la videollamada de los domingos. Mis padres al otro lado, yo en el sofá, el perro cruzándose por el salón y la pantalla de mi televisor Samsung encima del mueble.
No hubo ceremonias: la cámara Slim Fit Camera se acopló encima de la tele, la app se abrió en segundos y, de repente, dejé de mirar un teléfono para sentarme a conversar como si tuviera visitas en casa. La diferencia no es un efecto “wow”, es algo más sencillo: presencia.
Una compra impulsiva que cambió mis llamadas
Entró en casa por capricho, casi como quien compra un accesorio bonito. Es fina, discreta y se integra en el borde del televisor sin pelearse con los cables.
La tele la detectó de inmediato y la configuración fue de esas que se hacen una vez y te olvidas. A partir de ahí, cada llamada ha dejado de ser un trámite vertical en la mano para convertirse en una charla a tamaño humano, con gestos, silencios y miradas que en el móvil se pierden.
Del móvil a la tele: otra dinámica
Con el teléfono, uno está pendiente del encuadre, de apoyar el codo, de que no tiemble. En la tele, la postura cambia. Te sientas, apoyas la espalda y te olvidas del dispositivo.
El sonido sale por los altavoces del salón, la imagen aguanta bien incluso cuando hay poca luz y el tono de la conversación es más calmado. Me pasó con mi primo: me enseñó el dibujo de la niña y no tuve que pedir que “lo acerque a cámara”; ya estaba ahí, en grande, sin esfuerzo.
Instalación y ajuste fino
La colocación no puede ser más simple: es literalmente acercar y encajar. Luego conviene dedicar cinco minutos al ajuste: nivelar la cámara, comprobar que el fondo no tiene una ventana a contraluz y situarse a unos dos o tres metros para un plano natural.
En mi caso, activar el encuadre automático ayuda a que no me salga del plano si me levanto a por agua. Para el audio, una barra de sonido o el modo de voz del televisor mejoran la claridad; si hay eco, bajar un punto el volumen resuelve casi siempre. Y un detalle útil: si a todo esto le sumas el manejo por voz, te olvidas incluso del mando a distancia.
Lo que sí y lo que no
No todo es perfecto. Si el WiFi anda con altibajos, se nota en la calidad de la imagen, y alguna actualización de apps obliga a reabrir la llamada. Las aplicaciones de videollamada disponibles en la tele cubren lo básico; si buscas funciones avanzadas de escritorio, mejor no hacerse expectativas. Aunque siempre puedes utilizar la función Multi View.
Aun así, para lo importante (verse y oírse bien) cumple sin inventos raros, y eso, al final, es lo que marca la diferencia.
Más usos que no esperaba
Además de las llamadas, algunas apps de entrenamiento reconocen movimiento, algo comodísimo para estirar después del trabajo.
También se puede usar como “cámara de cocina”: dejas la tele con la receta en marcha y tienes las manos libres sin estar toqueteando el móvil. En reuniones rápidas del curro, poder sentarme en el salón y seguir la conversación en grande reduce el cansancio de pantalla que dan las portátiles.
No he cambiado mi forma de trabajar ni he convertido el salón en un estudio; simplemente he recuperado parte de lo que las videollamadas perdieron por el camino: tiempo compartido sin pelear con un dispositivo.
La Slim Fit Camera no pretende deslumbrar. Hace algo más útil: me devuelve conversaciones que se parecen a las de toda la vida, con gente en tamaño real, a la distancia de un sofá. Y eso, en días largos, vale mucho más que cualquier especificación.
Imágenes | Samsung con edición
En Territorio S | El primer proyector con certificación de la 8K Association es de Samsung: te presentamos el Premiere 8K
En Territorio S | Con este truco vas a poder sacarle todo el jugo a tu Samsung QLED y conseguir una mejor experiencia visual
Ver todos los comentarios en https://www.territorioese.com
VER 0 Comentario