Esto es lo que miro cuando tengo que elegir un nuevo móvil. Que comprarlo en oferta no sea un trago amargo a largo plazo
A la hora de comprar un móvil hay dos tipos de personas: la que tiene muy claro que modelo quiere, por el motivo que sea; marca, cámaras, prestaciones, diseño... Y la que sólo sabe que necesita renovar smartphone sin tener muy claro cuál. Esta última, por lo general, no tiene preferencia por una única mara y suele dar más peso al precio o a la oferta del momento.
Si eres de las segundas y tienes previsto aprovechar el Black Friday para encontrar el mejor dispositivo posible dentro de una banda de precios concreta, hay varias cosas que deberías mirar si no quieres equivocarte. Hoy te cuento las que yo tendría más en cuenta, que al fin y al cabo son las que más suele mirar el usuario medio.
¿Qué esperas de la cámara?
La cámara es quizás la característica que más nos atañe a todos. Al fin y al cabo, todos hacemos fotos. Más o menos, pero todos. Incluso aquellos que nunca usaban una compacta, hoy día hacen fotos porque la cámara siempre va en el bolsillo.
Por ello, mi recomendación es que analices bien tus fotos. Mira al carrete de tu actual móvil y fíjate en qué es lo que haces con él. Si tomas muchos retratos, si usas el teleobjetivo, el macro, el gran angular. Si tus fotos son más "casual" o si por contra tienes un enfoque más "profesional". De todo esto debería depender la elección de nuestro próximo smartphone entre otras cosas.
Si haces uso de todas las cámaras, si tomas fotos en RAW, si editas las fotos tras tomarlas, entonces, tenlo claro: deberías ir a por un "smartphone fotográfico". Un Galaxy de gama alta como el Galaxy S25 Ultra o un Z Fold7 podrían ser los candidatos.
Si eres de los que apuntan y disparan, sin pensar, y luego acumulas fotos enseñándolas sólo en alguna ocasión, cuando te juntas con los amigos o la familia, o enviándolas por WhatsApp, la cámara es algo más bien secundario para ti. Un gama media como el Galaxy A36 o el Galaxy A56 pueden ser mejor elección, con una cámara solvente, pero no puntera.
Y por supuesto, si tu carrete está más bien vacío o sólo lo llenas con capturas de pantalla, la cámara no te importa en absoluto. Mejor mirar otras características. Puedes tener lo que buscas con un Galaxy A17, por ejemplo.
Lo mismo pasa con el vídeo. Sí eres de los que prestan más atención a la grabación que a la captura de imágenes estáticas, deberías mirar bien las prestaciones en este sentido del modelo que barajas. Un gama alta siempre va a rendir mejor en vídeo y va a ofrecer muchos más extras que un gama media. Y ni que decir ya si comparamos con un modelo de entrada.
Los factores determinantes a la hora de elegir por cámara son principalmente el tamaño del sensor, (que no los megapíxeles): cuanto más grande sea éste, mejor rendimiento nos dará su cámara. También es importante la apertura. Cuanto mayor sea ésta (el número f/), mejor. Pero ojo aquí, que mayor no es un número más grande. La apertura es mayor cuanto más pequeño es el número f/. Una cámara f/1.2 tiene más apertura que una f/2.8, por ejemplo. Esto nos permitirá tomar fotos más rápido, (capturar mejor el movimiento y evitar fotos movidas) y gestionar mejor las tomas cuando la luz es escasa.
Ten en cuenta también si el móvil permite capturar en RAW. Esto te dará mucho más margen a la hora de editar las fotos. No hay la misma información en un archivo comprimido en JPG o HEIF que en un RAW.
Tampoco te vuelvas loco por tener el mayor número de lentes, porque en muchos casos no son necesarias. Como te hemos dicho, mira bien qué tipo de fotos haces. Si nunca has usado un teleobjetivo (teniéndolo), ¿para qué lo necesitas en tu nuevo móvil? Siempre es mejor tener menos lentes pero que rindan bien, que un modelo con 4 de ellas y que no haga las cosas como esperas.
Ojo por último a la cámara frontal. No solemos prestarle la atención que se merece y en muchos casos puede ser un error fatal. Pregúntate: ¿hago muchos selfies o vídeos en los que me incluyo? ¿Hago muchas videollamadas? Si la respuesta en cualquiera de los dos casos o en ambos es "sí", entonces debes mirar con el mismo cuidado las especificaciones del sensor frontal.
¿Cuántos GB necesito?
Relativamente relacionado con lo anterior está el detalle de la capacidad de almacenamiento del móvil. Ahora que los smartphones cada vez más vienen sin ranura para tarjetas de memoria, es importante elegir bien la capacidad del nuestro. Sobre todo si somos de los de estirarlos todos los años que nos sea posible: que el motivo para cambiar de terminal no sea habernos quedado sin capacidad.
Aquí te recomendaría lo mismo que en el caso anterior: examina bien cómo usas tu móvil actual. Por ejemplo, yo soy de llevar una enorme biblioteca musical en local. Paso de servicios de streaming, así que para mí es primordial que mi móvil tenga un buen número de GB. Si a esto le sumas que tampoco soy de los de ir revisando y borrando lo que sobra en la fototeca, no me queda otra que pagar, de momento por 512 GB que todavía no lleno, pero llenaré. Y cuando llegue ese momento, me tocará pasar por caja para hacerme con un modelo con 1 TB. Eso, o cambiar de hábitos.
Como decía, esto puede estar muy relacionado con el apartado de las cámaras. Si eres de disparar en RAW y grabar vídeos en la máxima calidad, ojo, porque con un móvil con poca capacidad, (y poca capacidad a día de hoy pueden ser 256 GB y por supuesto, 128 GB).
Y lo mismo ocurre con las apps. Si somos de descargar apps y más apps o de jugar en el móvil, no nos va a bastar con uno con 128 GB. Mínimo uno de 256 GB (y ya he visto a gente sin bibliotecas de música ni apps excesivas a los que se les han quedado cortos los 256 por culpa de los vídeos y las fotos).
Hay que prestar atención también a las apps de redes sociales y mensajería, porque suelen ser muy tragonas, sobre todo las segundas. Si no estamos pendientes de revisar y limpiar periódicamente nuestro WhatsApp, Facebook o Instagram, y borrar caché o chats repletos de fotos, podemos encontrarnos sorpresas desagradables.
Batería: ¿quieres tener que estar pendiente del cargador?
El último punto a tener en cuenta es, para la mayoría, igual de importante que el de la cámara. Me refiero a la batería. Todos queremos no tener que estar pendientes de que nuestro smartphone muera a mitad del día, pero no todos le damos la misma importancia.
Hay quienes no queremos saber nada del cargador una vez que salimos por la puerta de casa. Otros no tienen problema y lo llevan siempre en el bolso o la mochila y esto cambia mucho el enfoque, claro...
En este apartado son dos los aspectos a tener en cuenta: capacidad de la batería y velocidad de carga.
Por un lado, te recomendamos asegurarte de que el smartphone que elijas tenga al menos 5.000 mAh. Es la cifra estándar, por así decirlo. Disponer de una capacidad menor, a la larga nos va a obligar a estar pendientes del cargador. Hay que tener en cuenta que en los smartphones actuales, las pantallas consumen mucha energía, y lo mismo ocurre con la conexión a las redes. Por ello, tener menos de esa cantidad es muy posible se convierta en tener un móvil que no aguanta el día completo.
El otro aspecto es el de la carga rápida. Hoy en día, la capacidad de la batería se compensa con la posibilidad de que el móvil cargue muy rápido si tenemos el cargador adecuado. Es importante mirar si el modelo en cuestión cuenta con cargar rápida, (algo prácticamente omnipresente ya), pero también a qué potencia. A más W, más velocidad de carga. Samsung de momento se queda en los 25 o los 45 W y esto nos puede venir muy bien si el modelo que elijamos tiene una batería por debajo de los 5.000 mAh, como por ejemplo en el caso de los Fold o Flip o con el Galaxy S25 Edge: sacrificamos batería, pero compensamos con tiempo de carga. Así, tanto con el cargador a mano como con una powerbank, el problema de quedarnos sin energía a mitad de la jornada no será tan problema.
En este sentido, debemos también tener en cuenta nuestras costumbres. Si somos de los que cargan el móvil cada noche, la batería de 5.000 mAh no será un problema aunque tenga no carga rápida. Porque una batería de "tanta" capacidad tarda mucho tiempo en cargarse completamente (entre 3 y 4 horas) si usamos un cargador lento. En cambio, si somos de los de cargar el móvil durante el día, en horas a las que solemos usarlo, mejor buscar un modelo con carga rápida, y cuanto más rápida, mejor.
También debemos mirar el cargador que tenemos, ya que los smartphones de hoy día ya no traen el adaptador de corriente en la caja. Si tenemos uno antiguo de 5 ó 15 W nos va a servir, pero no tendremos carga rápida. Estos sólo nos vendrán bien para cargar el móvil sin prisa o durante la noche. Si queremos cargar más rápido, nos tocara comprar un cargador de 25 o 45 W.
Hay más aspectos a tener en cuenta pero teniendo estos tres en consideración, nuestra compra este próximo Black Friday será mucho más satisfactoria y no nos llevaremos disgustos más adelante.
Imagen | Samsung
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