Este dispositivo fue de los últimos de la línea S en no tener una política de siete años de actualizaciones
Sigue rindiendo bien en muchas áreas, pero hay otras donde empieza a flojear
Aquí la pregunta es la de siempre: ¿merece la pena cambiar ya o esperar?
El tiempo pasa tan rápido que me parece ayer cuando me lancé a por un Galaxy S22, el primer teléfono de la familia S de Samsung que compraba. En su momento era la opción que más encajaba conmigo en términos de tamaño y presupuesto, siendo desde entonces mi teléfono principal.
Como digo, el tiempo pasa rápido y ya está muy cerca de cumplir cuatro años conmigo. Desde hace semanas, hay una pregunta que me ronda la cabeza: ¿es momento de cambiarlo? No es una excesivamente compleja, pero sí que tiene mucho que considerar.
Sigue rindiendo bien, pero comienza a sufrir en algunas áreas
Comencemos con lo que más me preocupa: las actualizaciones. Los Galaxy S22 recibieron hace algunas semanas ya One UI 8, sistema operativo de Samsung basado en Android 16. Ahora ya estamos acostumbrados a ver cómo la política de actualizaciones de la compañía es de siete años para los teléfonos de gama alta (e incluso de seis años para los Galaxy A), pero eso no siempre ha sido así. El Galaxy S22, de hecho, solo tenía asegurados cuatro años de actualizaciones. Y este es el último.
Pequeña matización al respecto. Este dispositivo llegó a las tiendas con Android 12 bajo el capó, por lo que la teoría nos dice que Android 16 debería ser su última versión del sistema de Google. Ahora bien, lo que no está del todo claro es si Samsung pretende sacar una actualización nueva basada en este mismo SO. Vaya, lo que vendría a ser un One UI 8.5. De ser así, es posible que sí lo recibiera.
Ahora bien, aunque este último fuera el caso, tengo dudas. La actualización a One UI 8 ha traído novedades a mi dispositivo, pero también un par de problemas bastante molestos que no tienen, de momento, solución. El primero de ellos, uno relacionado con el sonido a través de auriculares, que se corta al cambiar de aplicación. El otro, el más preocupante de los dos: la batería vuela.
No todo es malo, obviamente. A nivel de rendimiento, tengo 0 quejas al respecto del teléfono. Sigue rindiendo bien en el día a día con las aplicaciones que todos usamos mayormente, como WhatsApp, redes sociales o gestor de correos. También a la hora de ver contenido multimedia e incluso jugando. Tampoco me preocupa el tema de los parches de seguridad, que estos seguirían llegando hasta 2027 (aunque pasarán a llegar de forma trimestral).
A todo esto, que rodea al dispositivo, hay que añadirle más ingredientes. Como ya he comentado anteriormente, han pasado casi cuatro años desde que me hice con este Galaxy. En ese tiempo, mis gustos y necesidades como usuario han cambiado. Donde más lo noto es en la pantalla, que se me ha quedado muy pequeña. Se ve genial y su fluidez es top, pero ya no encaja tanto conmigo. Y bueno, hablando de cosas que se me han quedado pequeñas, no me puedo olvidar del almacenamiento: 128 GB ya se me han quedado cortos.
Tampoco lo hace su batería. Ahora, por trabajo, utilizo mucho más el móvil a lo largo de cada jornada. También en la calle, porque salgo a sacar fotos o cuando voy a entrenar, siempre conectado a un Watch y a unos auriculares. Por eso mismo, su autonomía ya se me estaba quedando un poco corta, incluso antes de la actualización. Todos estos factores, sumados, están dirigiendo la balanza hacia el lado de renovar dispositivo.
El Black Friday es ideal para cambiar de móvil, pero quizás merece la pena esperar
Teniendo claro (casi) del todo que quiero cambiar de dispositivo, lo cierto es que no está todo resuelto. En función del tipo de usuario que soy ahora mismo, de mis necesidades y de lo que busco, lo que tengo claro es que me gustaría apostar por un modelo Ultra. Ahí se me abren dos vías bastante obvias: lanzarme por el Galaxy S25 Ultra o esperar al próximo Ultra que lance Samsung.
Ahora que ya estamos en Black Friday para muchas tiendas, es un momento ideal para apostar por el S25 Ultra. En la tienda de Samsung, sin ir más lejos, nos podemos hacer con él por menos de 1.000 euros si utilizamos Entrega y Estrena. Es un gran precio, uno que me tiene con el teléfono en el carrito desde hace varios días. No sé si esperaré al nuevo modelo, pero sí sé que pronto voy a tener un nuevo Galaxy en las manos. Seguiremos informando al respecto.
Imagen | Juan Lorente, Alejandro Fernandez en Xataka
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