Si compras un móvil en España, desde hoy debe llevar etiqueta energética: esto es lo que tienes que mirar para elegir la mejor opción

Seguro que esta etiqueta te suena. La habrás visto en frigoríficos, lavadoras e incluso televisores, pero hasta ahora nunca en la caja de los smartphones. Pues eso cambia hoy. A partir de hoy mismo, día 20 de junio, las marcas están obligadas a informarnos de esto también en smartphones o tablets.

No sólo información; también mejoras reales

La etiqueta energética llega bajo el Reglamento 2023/1669 de la Comisión de 16 de junio de 2023 de la UE que fue aprobada en septiembre pero entra en vigor hoy. En dicha norma, se establece que móviles, teléfonos fijos y tablets tendrán que lucir en sus cajas la también conocida como E.P.R.E.L. (European Product Registry for Energy Labelling).

En esta etiqueta vas a encontrar prácticamente los mismos datos que en la de electrodomésticos, grandes y pequeños, como puedes ver aquí abajo.

Para nosotros, que estamos tratando esta etiqueta en referencia a smartphones, lo más importante lo encontramos abajo (la eficiencia energética no es de tanta importancia en este tipo de dispositivos). Para los usuarios, la información que se muestra es valiosa: autonomía, reparabilidad, resistencia a caídas o al polvo y el agua y cuántos ciclos de carga tarda en degradarse la batería por debajo del 80%.

Esa es la información que nos mostrará la etiqueta, pero ojo, que la nueva norma no sólo se preocupa de la información: también se preocupa de que los dispositivos sean realmente más duraderos y reparables.

Como ves, con estos datos en la mano, tendremos información muy valiosa con tan sólo un vistazo. Con sólo mirar la caja, ya sabremos cuanto le dura la batería al móvil y se resistirá si se nos cae al agu.

Por ejemplo, obliga a los fabricantes a que sus baterías aguanten 800 ciclos sin perder más de un 20% de capacidad de carga, o lo que es lo mismo, un smartphone con 800 ciclos de carga completados no debería estar por debajo del 80% de salud de batería.

Tampoco se permitirán adhesivos que dificulten las reparaciones fuera de servicios oficiales, lo que nos permitirá incluso reparar nosotros mismos nuestro móvil o tablet si somos capaces.

Además, se obliga a que las marcas ofrezcan 5 años de actualizaciones para todos sus dispositivos y a que tengan disponibles recambios para ellos durante al menos 7 años.

Como ves, todo esto es bueno para nosotros, los usuarios, aunque eso sí, ya veremos si se puede cumplir, o cómo afecta tanto a las marcas, como a nosotros mismos. Es muy posible que el implementar todas estas medidas tenga un coste que repercuta en los precios finales de los dispositivos y además, dificulte la supervivencia de los modelos de gamas medias y bajas a la larga.

Imagen | Samsung

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