Samsung ha jugado un papel clave en la transformación de lo que es hoy en día un televisor. Todo ha sido un proceso de evolución de varios años
Hablar de televisores es hablar de Samsung. No porque sea la única, pero sí porque lleva mucho tiempo acertando con lo que la gente quiere, incluso antes de que lo tengamos claro.
La marca surcoreana no sólo ha lanzado al mercado productos punteros; también ha ido afinando su propuesta con cada generación. La calidad de imagen, el diseño cuidado y una apuesta constante por la innovación han sido las claves de su camino. Hoy repasamos algunos de los pasos que la han llevado a convertirse en el gran referente del sector que es hoy día.
Índice de Contenidos (5)
De lo analógico a lo digital
El año 1998 fue donde Samsung comenzó la transición con un televisor de 55 pulgadas, toda una novedad tecnológica que fue el punto de partida de su liderazgo en el paso de lo analógico a lo digital.
Dos años después llegaron los primeros televisores planos LCD que rápidamente se popularizaron por tener un diseño estilizado y la posibilidad de poder montarlos en la pared.
A partir de aquí, el diseño y la estética de los televisores comenzaron a ganar mucho peso, haciendo que hoy en día sea una parte fundamental a la hora de decidir la compra de uno u otro modelo.
La consolidación de las nuevas televisiones
En 2001, Samsung tuvo un enorme éxito con el LCD llamado Rome. Su diseño en forma de V, que integraba los altavoces justo debajo de la pantalla, no sólo era original, también dejaba claro que la marca quería sobresalir combinando estética y funcionalidad.
En 2004, la compañía surcoreana se convirtió en líder mundial en la fabricación de pantallas OLED. Samsung Display llegó a controlar el 40 % del mercado global. Ya no sólo eran sus propios televisores, sino que también pasó a ser el proveedor de referencia para otros grandes nombres de la industria.
Un año después (2005) Samsung SDI presentó el que por entonces era el televisor OLED más grande del mundo: 21 pulgadas con una resolución de más de seis millones de píxeles. Estaba claro que la marca apostaba fuerte por la calidad de imagen y la eficiencia energética, sentando las bases de lo que vendría más tarde.
En 2006 lanzó el televisor Bordeaux LCD TV. Era un dispositivo con diseño curvo y cuerpo delgado. No sólo fue un éxito de ventas, también cambió la percepción que muchos tenían de cómo debía lucir un televisor moderno.
Evolución constante: la llegada de las Smart TV
En 2009, Samsung presentó su primer televisor LED con retroiluminación. Esa tecnología mejoró notablemente la nitidez y los colores de la imagen. Además, permitió que los televisores fueran más delgados y con un consumo energético mucho mejor.
Al año siguiente (2010) la marca se aventuró con su primer televisor 3D con resolución Full HD, en un momento en que el cine en tres dimensiones estaba de moda.
Por otra parte, también lanzó su plataforma Smart TV, un movimiento que cambió por completo la forma de consumir contenidos en casa al tener aplicaciones, servicios bajo demanda y conexión directa a Internet.
En 2015 llegó Samsung TV Plus, una propuesta tan sencilla como efectiva: televisión en directo, contenido a la carta sin coste y sin necesidad de suscripción. Un servicio gratuito que se ha mantenido con el tiempo y que hoy continúa ampliando su oferta con canales temáticos y novedades constantes.
La innovación no se detuvo ahí. En 2017, Samsung sorprendió con una idea diferente: The Frame. Este modelo rompía con la lógica habitual de los televisores para ofrecer una fusión entre tecnología y decoración.
Cuando no se utilizaba se convertía en un cuadro en la pared, lo que abrió la puerta a una nueva forma de entender el diseño en los hogares.
El brillo de la imagen: del QLED al Neo QLED
La llegada de los televisores QLED en 2017 supuso un punto de inflexión para Samsung. Gracias a la implementación de la tecnología de puntos cuánticos, la marca consiguió alcanzar una gran mejora del color, lo que elevó notablemente el estándar en cuanto a calidad de imagen se refiere.
En 2018, Samsung presentó su primer televisor QLED con resolución 8K. Esta vez, la novedad no sólo estaba en la cantidad de píxeles, sino en cómo se procesaban. Con tecnologías como el 8K AI Upscaling era posible mejorar la calidad de cualquier contenido, logrando un resultado visual que rozaba el 8K nativo.
La evolución continuó en 2021 con el lanzamiento de los modelos Neo QLED que introdujeron la tecnología Mini LED. Este nuevo sistema permitió un control más preciso de la iluminación, lo que se tradujo en negros más profundos, un contraste más definido y un consumo energético más eficiente.
La era QD-OLED y de Glare Free
Entre 2022 y 2024, Samsung perfeccionó una de sus apuestas más ambiciosas: los paneles QD-OLED. Esta tecnología combina lo mejor del mundo OLED con los avances propios en puntos cuánticos, logrando una evolución notable tanto en calidad de imagen como en eficiencia.
En 2024, la tercera generación subió aún más el nivel, llegando a los 3.000 nits con la ayuda de la inteligencia artificial para optimizar la imagen según el entorno y el contenido. Ese mismo año la apuesta por la inteligencia artificial se intensificó. Samsung presentó nuevos procesadores como el NQ8 AI Gen3 y el NQ4 AI Gen2.
También en octubre de 2024 se presentó una novedad que tiene su importancia: el recubrimiento OLED Glare Free. Esta mejora permite ver la pantalla con total nitidez incluso cuando entra mucha luz natural, algo que antes podía afectar seriamente al visionado.
Cada avance no sólo ha supuesto una mejora técnica, sino una nueva manera de entender cómo convivimos con la televisión. Y lo mejor es que la historia sigue en marcha.
Imágenes | Samsung, Dall-E con edición
Territorio S | Poca gente lo sabe, pero Android pudo haber sido propiedad de Samsung antes de que Google la comprara
Territorio S | Hace décadas que Samsung entrena perros en Corea del Sur. No, no quieren venderte un Galaxy Dog
Ver todos los comentarios en https://www.territorioese.com
VER 0 Comentario