He descubierto que mi secadora Samsung tiene una función antiarrugas. Ahora plancho menos y tengo más tiempo para mí

Desde que tengo una secadora Samsung en casa, he empezado a olvidarme poco a poco de la plancha. No es que no la use nunca, pero cada vez la necesito menos. Y todo gracias a una serie de funciones que, cuando sabes cómo activarlas.

Lo que hace Samsung es jugar con el control de temperatura, el tipo de tambor y los ciclos de aire para que las prendas no salgan apelmazadas ni llenas de dobleces imposibles. Si, como yo, tienes poco tiempo o simplemente prefieres no pasarte la tarde entre perchas y vapor, esto te interesa.

Tecnología que cuida los tejidos (y tu paciencia)

Las secadoras Samsung incluyen una función específica llamada Wrinkle Prevent (Prevención de arrugas), que puede activarse en distintos ciclos según el modelo.

Lo que hace es mover suavemente el tambor durante unos minutos después de que termine el secado, para evitar que la ropa repose caliente y hecha un ovillo. Porque sí, muchas de las arrugas se forman justo ahí, cuando la ropa ya está seca, pero se queda amontonada, aún caliente, sin moverse.

Este movimiento extra, sin calor añadido, va soltando las prendas poco a poco, aireándolas y dejándolas más sueltas. Y eso, en la práctica, se nota: camisetas que salen sin ese pliegue marcado en el centro, camisas que no piden plancha inmediata y sábanas que casi se pueden doblar tal cual. No es perfecto, pero el cambio es real.

Además, dependiendo del modelo, puedes encontrar otras ayudas interesantes. Algunas secadoras combinan el sensor de humedad con la función antiarrugas para adaptar la duración del ciclo, evitando el sobrecalentamiento, que también endurece y marca los tejidos.

Otras, como las que usan la tecnología de bomba de calor, secan a temperaturas más suaves, lo que también reduce la formación de arrugas desde el primer minuto.

Cómo aprovecharla al máximo

Lo primero, y más importante: no saques la ropa media hora después de que termine el programa. Si tu secadora tiene Wrinkle Prevent, déjala activada y espera a que acabe del todo. Ese tiempo extra de giro suave es justo lo que necesitas para evitar tener que planchar todo.

Otro truco que me funciona es no llenar el tambor más de lo necesario. Cuando metes demasiada ropa, el aire no circula igual y el efecto antiarrugas se pierde.

También ayuda sacar las prendas más delicadas en cuanto termine el ciclo, aún tibias, y colgarlas o doblarlas al momento.

Desde que sigo estos pasos, hay camisas que ni toco con la plancha. Y no lo digo por exagerar.

Imágenes | CoPilot, Dall-E

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