Si hay una piel sensible en casa esa es la de un bebé: el modo Baby Clothes de Samsung lava con “toda la suavidad del mundo”

Cuando llega un bebé a casa, lo normal es revisar mil veces el detergente, la temperatura y hasta el tendido. La piel de los peques es delicada y cualquier resto de jabón o un centrifugado brusco puede pasarles factura. 

Por eso tiene sentido usar el ciclo Baby Clothes de las lavadoras Samsung: un programa pensado para limpiar a fondo, aclarar mejor y tratar las prendas con suavidad, sin complicaciones extra.

Por qué este ciclo marca la diferencia

La ropa de bebé acumula leche, babas, crema solar, restos de comida… y fibras muy finas que se saturan con facilidad. El objetivo aquí no es sólo “que huela bien”, sino retirar al máximo los residuos que irritan la piel. 

Baby Clothes combina temperatura controlada, movimientos de tambor más suaves y aclarados reforzados para que el tejido quede limpio y sin restos visibles ni “invisibles”.

En muchos modelos, además, entra en juego el vapor (o Hygiene Steam): ayuda a ablandar la suciedad antes del lavado y a desprender alérgenos sin necesidad de subir la temperatura más de la cuenta. Es una ayuda real cuando no quieres castigar el algodón fino o la muselina.

Qué hace exactamente este programa 

• Fase de lavado más larga y uniforme: el tambor se mueve con pausas y balanceos que protegen costuras, corchetes y puntillas. 
• Temperatura precisa: suficiente para higienizar (habitualmente 40–60 °C según prenda), evitando subidones que apelmazan fibras. 
• Aclarado extra: uno o dos enjuagues adicionales que se notan en pieles sensibles, porque arrastran mejor el detergente. 
• Centrifugado contenido: saca agua sin “retorcer” la prenda, de modo que sale menos arrugada y se deforma menos.

Cómo sacarle partido (paso a paso)

• Carga ligera: llena el tambor como mucho a la mitad. Las prendas necesitan espacio para moverse y aclararse. 
• Detergente corto y sin perfumes: mejor líquido hipoalergénico y un 20-30 % menos de la dosis habitual; si te pasas, deja residuo. 
• Nada de suavizante: en bebés y piel atópica suele sobrar. Si quieres suavidad, bolas de secado o una cucharada de vinagre blanco en el compartimento del suavizante (no deja olor). 
• Manchas a la vista: tratalas con un jabón neutro y agua fría antes de meter a la lavadora; en caliente fijan. 
• Cierres y redes: corchetes abrochados, cremalleras cerradas y bolsas de malla para calcetines minúsculos. 
• Secado con calma: si usas secadora, programa bajo calor; si tiendes, a la sombra para no amarillear el algodón.

Consejos que ayudan a la piel (y al tambor) 

• Etiqueta manda: muchos bodis aguantan 60 °C, pero las muselinas finas no. Si hay dudas, baja a 40 °C y alarga el ciclo. 
• Ajusta al agua de tu zona: con agua dura, un poco de antical evita sobre-dosificar.
• Drum Clean cada mes: un ciclo de limpieza del tambor sin ropa mantiene a raya olores y biofilm. 
• Ropa nueva también se lava: suelta aprestos y tintes residuales antes del primer uso. 
• Orden en el armario: guarda lo que esté 100 % seco; la humedad “enjaulada” es el mejor amigo del moho.

Cuándo no usarlo

Si la prenda indica lavado frío o es un tejido muy técnico (lana merino, impermeables finos), mejor el programa específico. También conviene evitarlo en piezas con apliques térmicos que el vapor pueda despegar.

El ciclo Baby Clothes no es un “modo suave” sin más: está pensado para limpiar a fondo y aclarar mejor, justo lo que pide la ropa de bebé para no irritar. Con carga moderada, detergente medido y algún hábito sencillo, ganas en confort para la piel y en durabilidad para las prendas. Y tú te quedas con la sensación de que, al menos en la colada, todo va en la buena dirección.

Imágenes | Dall-E con edición, Samsung

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