Cinco errores a evitar al usar el aire acondicionado si no quieres que tu factura de la luz se dispare

Con el inicio del verano, el aire acondicionado se convierte en el protagonista del hogar. Pero encenderlo sin ciertos cuidados puede traducirse en un susto cuando llegue la factura eléctrica. Aunque muchos usuarios cuentan con equipos modernos y eficientes, como los aires acondicionados Samsung con tecnología Wind-Free o control por SmartThings, los hábitos de uso siguen siendo clave para aprovechar al máximo su potencial.

Estos son los errores más comunes al utilizar el aire acondicionado y cómo evitarlos, especialmente si eres parte del ecosistema Samsung y quieres sacarle todo el partido.

Evitar estos errores te puede ayudar a que tu factura de la luz no se dispare

Ajustar la temperatura por debajo de lo recomendado

Uno de los mitos más extendidos es que poner el aire a la temperatura más baja posible hará que el ambiente se enfríe más rápido. Pero no es así. Establecer el termostato, por ejemplo, a 18 °C obliga al equipo a trabajar a máxima potencia durante más tiempo, lo que genera un consumo energético mucho mayor y un desgaste innecesario del sistema.

La temperatura recomendada por eficiencia y confort está entre los 24 °C y 26 °C. Esta es la zona de equilibrio entre frescor y consumo responsable. Además, si tienes un modelo Samsung con IA, puedes confiar en el modo AI Auto Comfort, que ajusta automáticamente la temperatura en función del entorno y tus hábitos de uso.

Encender y apagar el aire constantemente

Muchos piensan que apagar el aire acondicionado cuando salen por poco tiempo ayuda a ahorrar, pero esto no siempre es cierto. Encender el equipo desde cero varias veces al día puede ser menos eficiente que mantenerlo funcionando a una temperatura moderada.

Cada arranque supone un pico de consumo eléctrico, especialmente si el ambiente ha vuelto a calentarse por completo. Por eso, es más eficiente dejar el aire en modo Eco o configurar horarios inteligentes para que funcione cuando realmente se necesita.

No limpiar los filtros

Un mantenimiento básico que muchos olvidan: limpiar los filtros del aire acondicionado. El polvo y la suciedad acumulados obstruyen el paso del aire, forzando al equipo a trabajar más para obtener el mismo resultado. Esto no solo aumenta el consumo, sino que puede afectar la calidad del aire interior.

Durante los meses de calor, se recomienda revisar y limpiar los filtros al menos una vez cada dos o tres semanas, dependiendo del uso. El proceso suele ser muy sencillo y puede realizarse en casa sin ayuda profesional.

Ignorar el aislamiento térmico del hogar

El aire acondicionado no trabaja solo: depende del entorno. Un mal aislamiento térmico puede hacer que el esfuerzo del equipo sea inútil, ya que el calor se filtra constantemente desde el exterior. Esto obliga al aire a enfriar una y otra vez el mismo espacio, elevando el consumo eléctrico.

Cierra puertas y ventanas, baja persianas durante las horas de más sol y utiliza cortinas térmicas si es posible. Si el aire se escapa, el gasto se dispara.

No aprovechar los modos inteligentes del aire acondicionado

Es común que muchos usuarios solo usen el botón de encendido y apagado del aire acondicionado, ignorando los modos específicos diseñados para diferentes situaciones. Samsung equipa sus modelos con funciones como Eco, Sleep, AI Auto Comfort o Wind-Free Mode, que ayudan a maximizar el confort sin incrementar el gasto energético.

Por ejemplo, el modo Sleep ajusta gradualmente la temperatura durante la noche para un descanso más cómodo y eficiente. El modo AI aprende tus hábitos y preferencias, adaptándose a tu rutina para mantener una climatización inteligente con el menor consumo posible.

Poner el aire acondicionado no tiene por qué ser sinónimo de consumo excesivo. Con un uso consciente y aprovechando las funciones avanzadas que ofrecen los equipos Samsung, puedes mantener tu hogar fresco durante todo el verano sin comprometer tu cartera.

Imágenes | Bing

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