Mi próxima tele será una QLED de Samsung, porque el consumo y la sostenibilidad son tan importantes como la calidad de imagen

Cuando te planteas cambiar de tele, seguro que lo primero que quieres es que la imagen sea buena, ¿verdad? En lo que casi nadie pensamos es en cuánto puede afectar eso a la factura de la luz o al planeta.

Y ahí es donde entran las teles QLED de Samsung, que no sólo te dan una calidad brutal, sino que además consumen mucho menos de lo que imaginas. O sea, ganas por todos lados.

Calidad y ahorro, juntos en la misma pantalla

Lo que hace que la tecnología QLED destaque es cómo aprovecha la luz para sacar colores súper vivos y detalles bien nítidos, pero sin comerse la electricidad como otras pantallas.

Muchas teles necesitan una cantidad loca de energía para conseguir ese brillo que todos queremos, pero las QLED de Samsung no: gastan justo lo necesario y nada más. Así que puedes maratonear tu serie o ver partidos sin miedo a que la factura se dispare.

Además, estas teles tienen un sistema que ajusta el brillo y el color según la luz que haya en la habitación. Por ejemplo, si estás viendo la tele de noche, la pantalla baja el brillo para que no te deslumbre ni te gaste más luz de la que debe. Y si el día está soleado y tienes la ventana abierta, pues sube para que veas todo perfecto. No es únicamente un alivio para tus ojos, sino que también es un ahorro real.

Diseñadas para durar y cuidar el planeta

Otra cosa que me parece importante es que las teles QLED de Samsung están hechas para aguantar años. No es que te estén vendiendo algo que vas a tener que cambiar a los pocos meses. Esto significa menos residuos electrónicos, que al final es una de las cosas que más estropea el medio ambiente.

Y ojo, que Samsung tampoco se ha quedado atrás con la fabricación. Usan materiales reciclables y tratan de que todo el proceso sea lo menos dañino posible para el planeta. No es sólo que compres una tele guapa, es que compras con conciencia.

Pequeños detalles que marcan la diferencia

Además, estas teles tienen modos de ahorro que se activan solos cuando no las usas. Por ejemplo, si la dejas en standby, apagan lo que no hace falta y bajan el consumo sin que te enteres. Cosas así suman mucho al final del mes.

La QLED no es solamente una pantalla bonita, es una tele que sabe cuándo gastar y cuándo no, y eso se traduce en que ahorras sin renunciar a la calidad.

Así que, si estás pensando en cambiar de tele, dale una oportunidad a las QLED de Samsung. No sólo porque la imagen es espectacular, sino porque te ayudan a cuidar tu bolsillo y, de paso, el planeta. En tiempos en los que todo sube, tener un equipo que rinde y consume menos es una buena jugada.

Imágenes | Samsung

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