Lavar la ropa del revés en la lavadora no es una manía de tu madre. Tiene todo el sentido del mundo y estas son sus ventajas

Una de las cosas que recuerdo de mi infancia y de todo el tiempo que pasé con mi abuela es verla dándole la vuelta a la ropa antes de meterla en la lavadora. Siempre me preguntaba por qué lo hacía, porque si lo piensas, la ropa se va a mojar entera pero supuse que tenía una razón de ser. Y así es, es una recomendación que los propios fabricantes de lavadoras recomiendan y que parece que nuestras generaciones no estamos poniendo en práctica como deberíamos.

¿Por qué deberíamos darle la vuelta a la ropa al meterla en la lavadora?

Tendemos a pensar que la ropa se suele ensuciar siempre por la parte de fuera que es la que se ve, la que está en contacto con el exterior y puede mancharse de comida o cualquier sustancia.

Pero lo cierto es que la parte interior, la que está en contacto con nuestra piel, es realmente la parte más sucia de la ropa. Al final es esa zona la que está directamente expuesta a nuestro sudor, escamas, heridas que podamos tener, restos de cremas, etc.

El cúmulo de todo esto es lo que hace que la ropa empiece a oler mal y coja olores que luego cuestan mucho eliminar. Por eso, al darle la vuelta a las prendas facilitamos que el detergente y los productos de limpieza incidan directamente en las zonas de los tejidos que están más impregnadas de estos restos de suciedad.

Este pequeño gesto puede contribuir directamente en que las prendas aguanten en mejor estado durante más tiempo. Puede proteger el color y prevenir el roce y el desgaste de los tejidos. Además, las costuras se mantienen más a salvo y se puede evitar que salgan las típicas "pelotillas" que tanta rabia dan después.

Al lavarse, las prendas se rozan entre sí y eso puede provocar que el tinte se vaya desprendiendo. Aunque esto no es sólo un problema con la ropa de color. La ropa blanca puede volverse gris a causa de estos roces, así que también es recomendable darle la vuelta al meterla en la lavadora.

Una cosa que tengo siempre muy en cuenta es meter toda la ropa con cremalleras y botones con éstos cerrados. Así evitamos enganchones entre las prendas. Pero si lo hacemos y además le damos la vuelta, nos aseguraremos al 100% de que no hay posibilidad de que la ropa se enganche.

Y lo mismo para tenderla. Cuando la ropa ya está lavada, tenderla es un paso importante que hay que tener en cuenta si queremos que el estado de las prendas sea el mejor durante el mayor tiempo posible. Tender la ropa del revés hará que el sol no desgaste el color ni cuartee posibles adornos.

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