Gracias al modo silencioso de las lavadoras Samsung puedo hacer la colada de noche sin molestar al vecino

Hay costumbres que se te quedan grabadas a base de vivir en pisos donde todo se oye: no poner la lavadora cuando alguien está echándose la siesta, evitar el centrifugado tarde por la noche o rezar para que el tambor no empiece a moverse como si tuviera vida propia justo cuando la casa por fin se ha quedado en silencio.

Por eso, en los últimos años, el modo silencioso de las lavadoras Samsung se ha convertido en ese pequeño salvavidas doméstico que te permite aprovechar la noche sin despertar a nadie.

Pensado para pisos normales, no para casas de revista

La mayoría no vivimos en un chalet enorme ni en un loft insonorizado. Vivimos en pisos donde escuchas cómo se cierra la puerta del portal, cómo arrastra la silla el vecino de arriba o cómo el del quinto pone la tele un poco más alta de lo normal. Y si encima la lavadora está en la cocina o en el baño pegado al dormitorio, cualquier ruido se amplifica.

Samsung lleva tiempo afinando este tipo de detalles: no solo que la lavadora sea más eficiente, sino que también sea menos molesta. El modo silencioso va justo a eso. No es una función que vaya a cambiarte la vida ni que llame la atención en el panel, pero se agradece cuando quieres programar un lavado de noche sin que el runrún te acompañe mientras intentas dormir.

Qué cambia realmente al activar el modo silencioso

No esperes que la lavadora se convierta en un aparato distinto, pero sí notas que “afloja un poco”. El motor trabaja más suave, los cambios de velocidad son menos bruscos y el tambor se mueve con más calma, evitando esos golpes secos que aparecen cuando la ropa se desplaza de golpe.

En los modelos con motor Digital Inverter (que ya de por sí son bastante silenciosos), este ajuste marca la diferencia en esas horas en las que la casa está callada del todo y cualquier vibración parece un terremoto. No elimina el ruido completamente, pero deja de ser el protagonista de la noche.

Lavar de noche sin sentir que estás molestando

El modo silencioso cobra todo el sentido del mundo si aprovechas las horas valle o si solo puedes ponerte con la colada al final del día. Programas la lavadora para que empiece tarde y termine a media madrugada, y el resto de la casa ni se entera.

En pisos pequeños, con niños, paredes finas o dormitorios pegados al baño, se nota muchísimo. Te permite librarte de tener que reservar la mañana del sábado para lavar toda la ropa de la semana o de andar calculando a qué hora empieza el centrifugado para que no coincida con el momento de irse a la cama.

Un alivio también para la propia lavadora

Hay un detalle del que casi nadie habla: al suavizar los movimientos del tambor y reducir los cambios bruscos, las piezas internas trabajan más relajadas. No es que el modo silencioso vuelva la lavadora eterna, pero sí evita que sufra más de la cuenta en el día a día.

Cuando la usas a diario, ese pequeño alivio se nota: menos vibraciones fuertes, menos desplazamientos raros por el suelo y menos posibilidades de que alguna pieza acabe cogiendo holgura antes de tiempo.

Cuándo viene bien usarlo (y cuándo no tanto)

No es una función para todos los ciclos. Si vas a lavar sábanas, toallas grandes o mantas y quieres que salgan lo más secas posible, el modo silencioso puede quedarse un poco corto porque suele limitar el centrifugado en ciertos momentos. La ropa tenderá a salir algo más húmeda y tendrás que darle un rato extra en la secadora o en el tendedero.

Pero para la ropa del día a día (camisetas, pantalones, pijamas o una carga ligera) es perfecto. Es ese ciclo que puedes dejar puesto antes de acostarte con la tranquilidad de que no va a montar un concierto dentro del tambor.

Al principio quizá ni te fijes, porque entre iconos y programas uno se lía. Pero en cuanto lo pruebas un par de noches, cuesta volver atrás. El modo silencioso de las lavadoras Samsung no sale en los anuncios, no presume de nada y probablemente pase desapercibido, pero soluciona un problema muy cotidiano: poder lavar cuando te convenga sin despertar a media casa.

Es de esas funciones que parecen menores… hasta que un día no la tienes y la echas en falta.

Imágenes | Dall-E con edición

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