AddWash es una idea muy simple que aporta mucho más de lo que piensas. Estos son los motivos por los que me compensa

Existen ideas que parecen pequeñas. No vienen a cambiar una tecnología, pero son capaces de cambiar nuestras rutinas. AddWash (la trampilla integrada en la puerta de algunas lavadoras Samsung), sin duda es una de ellas. 

Con ella, una lavadora Samsung no lava mejor por arte de magia. No acelera el centrifugado, pero ayuda en escenarios muy habituales: el calcetín o esa camiseta que aparecen cuando ya tenemos el lavado en marcha, el suavizante que querías añadir y terminó olvidado... Seguro que conoces la sensación y se te ocurren mil casos más.

Qué es AddWash y cómo funciona en la práctica

La puerta de una lavadora con este "extra" es como la de siempre. AddWash sólo viene a añadir una “ventanita” en su parte superior. Si el tambor no está lleno de agua caliente ni la temperatura es elevada, es portezuela se abre con un clic y deja meter una prenda o un poco de detergente líquido sin reiniciar el programa. 

No hay truco: el sistema bloquea la apertura cuando no se debe abrir y la permite cuando es seguro. En el día a día se traduce en menos pausas largas y menos “ya lo lavaré mañana”.

Dónde marca diferencia frente a una puerta normal

• Olvidos y mezclas tardías: si te pasa a menudo lo de encontrar una toalla cinco minutos después de empezar, AddWash te quita un marrón.
• Detergente a mitad de ciclo: con cápsulas o líquido tiene sentido añadir un poco en el momento justo; con una puerta clásica es cortar y rezar para que no rebose.
• Ritmos cambiantes: familias con niños, pisos compartidos o quien lava varias tandas seguidas lo nota más. La lavadora se adapta a ti, no al revés.

No hay épica, hay comodidad. Y esa comodidad evita repetir lavados o tener una prenda “viuda” esperando al siguiente ciclo.

Casos en los que no aporta tanto

Si haces dos coladas a la semana, las dejas preparadas con calma y rara vez olvidas algo, una puerta convencional cumple. Tampoco brilla en programas largos y calientes (algodón a alta temperatura, higienizantes) porque la trampilla estará bloqueada gran parte del tiempo. Y si tu lavadora actual ya permite pausar, vaciar un poco y volver a cerrar sin dramas, el salto es menor.

Pequeños ejemplos reales

Un sábado por la mañana: tambor a media carga, detergente ya dentro y aparece una camiseta técnica que estaba secándose en el baño. AddWash resuelve en diez segundos. 

Otro clásico: lavas toallas y, a los tres minutos, recuerdas una bayeta. Con puerta normal, pausa, espera, abre, goteo y vuelta a cerrar. Con la trampilla, sale y entra como si nada. No cambia la limpieza, cambia el humor.

Coste de oportunidad y sentido común

Pagar más por AddWash solo compensa si encaja con tu forma de lavar. Es un extra que no sube la etiqueta energética ni añade ciclos “milagro”, pero ahorra tiempo y frustración. 

Si valoras la comodidad por encima de todo y sueles improvisar, tiene lógica. Si eres de listas y cestas bien separadas, quizá invertirías antes en otras funciones (dosificación automática, sensores de carga, vapor, conectividad por SmartThings).

AddWash no es para presumir, es para vivir más tranquilo. En hogares con mucho movimiento o cabezas dispersas, suma más de lo que aparenta; en rutinas previsibles, una puerta normal es suficiente. Dicho sin florituras: no limpia mejor, te hace la vida un poco más fácil. Y cuando una lavadora dura años, ese “poco” acaba pesando.

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